Son dos términos que se confunden con frecuencia en los foros ya sea por la abundancia de izquierdistas o de niños rata. Y en ocasiones la denominación de fascistas acaba eclipsando a la de fachas cuando a lo mejor estamos hablando de fachas, de genuinos fachies hispanicus. Aunque guardan ciertas similitudes un facha y un fascista no son la misma cosa. Y sería una pena perder las particularidades de los fachas autóctonos sólo por carecer de cultura pop o por intentar hombres de paja para pintar a los fachas más aparatosos de lo que ya son.
Antes veamos lo que vendría a ser un fascista. Una aproximación a un fascista sería el soldado clon de Star Wars. Esto es un especialista bien engranado en la maquinaria imperial que estima a su autócrata y tiene la idea de que los problemas de la economía y la política los resolverá la cohorte de tecnócratas de su querido tirano (los "filósofos sabios siths" de Platón). Liberado de cargas políticas se dedica a sus cosas tranquilamente y en su tiempo de ocio tiene aficiones por lo general relacionadas con la tecnología y los videojuegos, como hacer maquetas de X-wing, grabar unboxing de hologramófonos o disparar a tropas rebeldes en escenarios virtuales. Al igual que el facha el fascista tampoco es un tipo que busque adquirir un conocimiento holístico o cierta sabiduría, a su modo limitado es un hedonista que sólo quiere disfrutar del ocio al que tiene acceso dentro del tiempo que le deja El Sistema, de modo que funciona con los hábitos aprendidos de sus antepasados y las cuatro ideas atávicas que le grabaron en su juventud sin pensar en cuestionarlas, adquirir nuevos conocimientos o adoptar nuevos enfoques, "Carpe diem" dentro de El Orden, porque la vida es breve para los stormtroopers con mala puntería. Aunque el fascismo es tradicionalista tiene una faceta científica, técnica y organizativa que impulsa la élite de tecnócratas con objetivos que consisten en construir Estrellas de la Muerte cada vez más grandes, con cañones de protones cada vez más gordos, ese es "el progreso" para el fascismo y por ese lado el fascista no es muy religioso, es cientificista y pragmático, así que para fundamentar su tradicionalismo ha cambiado las opiniones de Dios por algún tipo de pseudociencia que se adapte a sus ideas conservadoras de la vida. Y no le metas en política, ni le calientes la cabeza con filosofía ni con mierdas de ideologías posmodernas. El fascista tiene mucho de geek y es un tipo de orden, que quiere hablar sobre aviones espaciales, comunicadores hologramofónicos y de sus vacaciones en Tatooine o en Torremolinos (para luego martirizarnos con vídeos sobre sus "viajes y experiencias").
El facha también es tradicionalista como el fascista pero sin su faceta cientificista, socialista y futurista. El facha es menos sofisticado que el fascista ¡A un facha no lo vestiría Hugo Boss!. Los fachas son seres chuscos y desubicados llegados directamente del Ancien régime, están más cerca de un islamismo teocrático como el de Iran que del fascismo europeo. Pero además de una jerarquía eclesiástica añaden otros elementos del antiguo régimen como el rey y una "prensa rosa" con aristócratas, folclóricas y toreros. De discurso elitista y aspecto perroflautico los fachas se muestran como esquivos y pícaros trapaceros de moral dudosa y rudos modales. Son balas perdidas de la política que no saben si quieren su teocracia de una vez por todas o más anarquía para zafarse del marxismo cultural imperante. En esa eterna indecisión el facha no hace nada a derechas. Si es un obrero votará contra sus intereses de clase, si es gay votará a homófobos, si es inmigrante a xenófobos, si es negro votará a racistas, si es mujer votará a machistas. Si es mujer, obrera, negra, lesbiana e inmigrante votará a VOX. Su incultura, su credulidad, sus adicciones y desordenado modo de vida hacen que se aferre a "ideas fuerza" que el se figura que son "antiguas y venerables" como la religión, la patria, la monarquía o reyes magos vestidos como en el siglo XVII, símbolos que agita de cara a la galería, e instituciones que ayuda a preservar con sus votos y su caridad, pero de las que tiene un conocimiento superficial y de las que se mantendrá alejado si le impiden llevar a cabo sus propósitos libertinos. Y esto es siempre: lleva la pulserita con los colores de la bandera de España mientras paga en negro o mete sus dineros en paraísos fiscales, monta algarabías contra la inmigración de los moros pero explotará a los moros en sus campos de lechugas, clama contra la situación de los obreros pero se deja explotar con normalidad y con normalidad explotará cuando tenga oportunidad, se mete con el Islam pero esta encantado de relacionarse con príncipes wahabitas, defiende a la Iglesia pero se mofa del "buenismo", usa gomitas, es un putero y si se encontrara a Jesús lo tomaría por un podemita mugroso.
En una reciente historia #1 publicada en el sub de |articulos (el sub de artículos para las clases populares) el prolífico @Feindesland relata el lamento de un hijo fach... quejoso, que reprocha amargamente a su padre, un humilde fresador, el haber dejado de atender a la familia para dedicarse a luchar por los derechos de los trabajadores durante el franquismo. El hijo debería haber enfocado su saña contra la ideología y sus propagandistas, porque el error del padre fue ser proletario y contraer el virus de la izquierda, algo a lo que sólo deberían exponerse los ricos. Como comenté en el hilo: para ser un buen revolucionario de izquierdas #2 sólo puedes ser un pijo, no un desarrapado de los que echaron de la pizzería, se rebotó contra la franquicia de la multinacional que le explotaba y ahora repite como loro proclamas de nuevos populismos progres. El revolucionario de verdad tiene que ser primero un príncipe, un aristócrata, un mantenido, un funcionario o un universitario ocioso con la vida resuelta y acceso constante a fiestas y cultura. Porque el pizzero #3, en cuanto encuentra un nuevo sitio donde servir, enseguida vuelve a engrosar las filas de los populistas reaccionarios, ya no digamos quien consigue aburguesarse llegado también de la explotación y el miedo a la miseria. Esos corazones temerosos siempre serán esclavos del poder. Si el padre del relato se hubiera preocupado por atender a la familia se habría fundido con ella en el anonimato de las pequeñas servidumbres cotidianas que inevitablemente se multiplicarían conforme trabajara más y más para ellas, sin conseguir nunca espacio con el que hacer despegar su carrera política #4. La sociedad de consumo lo habría lapidado junto a su mujer dentro de los nichos en los que viven aprisionadas el resto de familias que la perpetúan #5. No lo hizo y sobresalió para cambiar las cosas. La moraleja de la historia es que si quieres volar tienes que ser un zángano y que te sostenga el hormiguero.
En una reciente opinión #1 publicada en el sub de |articulos (el sub de artículos para las clases populares) un forista ha sugerido que los republicanos que apoyan la figura del rey son legión. Parece lógico en un país donde son legión los católicos no practicantes. Sería más sencillo llamarlos herejes si no fuera porque en general no parecen seguir una ideología alternativa, no son católicos, pero tampoco arrianos o protestantes, ni republicanos o marxistas, si acaso son lolafloristas #2, porque si bien dicen sentirse demócratas poco más encontraremos que conformismo con el estado de cosas que impusieron unos abuelos muertos a otros abuelos muertos en una votación chunga que ocurrió hace casi medio siglo. Y aunque quieren pasar por pragmáticos al defender la existencia del rey como un actor significativo para el mantenimiento del sistema, lo que siempre sale a relucir cuando debates con ellos es que nuestros políticos son lo peor y que el rey es mejor político que todos ellos (¡que todos nosotros!), tanto como para seguir siendo jefe del Estado. Y esa es la base de las monarquías.
Todos coincidimos en que nuestro régimen no es una monarquía y en que un rey, dentro de él, es un político limitado, en teoría, a ciertos aspectos simbólicos, protocolarios y de merchandising, una figura que los abuelos muertos pusieron ahí y que podríamos remover si es que hiciera algo mal o llegara a ser muy conflictivo. Claro que hay multitud de cosas malas que hacen reyes, príncipes y princesas sin que ocurra gran cosa. También es cierto que es más complicado poner en orden a un rey o quitarlo que a cualquier otro político del gobierno. Pero un rey esta ahí y se quita o se deja por las mismas razones que utilizaríamos con cualquier otro político. Un rey es un político como mi vecino o mi gato, no es ni mejor ni menos adecuado que cualquier otra persona para lo que sea que haga en su puesto, y sólo es peor en nuestro régimen en tanto que rey. Tampoco con los reyes las cosas han estado mejor, con monarquías absolutas hemos tenido pobreza, represión, caciquismo, atraso general, guerras coloniales y guerras civiles continuas durante veinte siglos.
La insistencia en defender la monarquía tiene que ver con entender la sociedad desde un pensamiento mágico donde se asume que existen políticos más capacitados para el gobierno en función de su sangre o de un destino determinado por fenómenos sobrenaturales. Nuestros "republicanos monárquicos" no son republicanos, y sobre todo no son pragmáticos, son idealistas de la monarquía. Al final sea cual sea la etiqueta que vaya antes de "monárquico" acaba en la razón de la monarquía: que un hombre es mejor que los demás por su ascendencia o porque un hada le dio una espada mágica. Y así no avanzamos. Los reyes se basan en ideas absurdas e injustas para cualquiera que tenga una cosmovisión moderna de la política. A estas alturas no tendría que haber fascistas juancarlistas, ni socialistas felipistas o republicanos monárquicos, hace un par de siglos que deberíamos estar tirándonos los trastos a la cabeza desde ideas modernas y haber dejado a los reyes volar libres sobre sus dragones, luchando por anillos de nibelungos y conquistando tierras de elfos.
Se suele entender el patriarcado como una historia de privilegios y sometimiento, donde salen ogros malvados, groseros y dictatoriales que subyugan a pobres damiselas que no levantan cabeza. Pero, como pasa con todas las historias humanas los malos no son tan malos, los buenos no existen y el pringue se reparte un poco entre todos y todas. Y como suele pasar con los inventos feos que funcionan bien el patriarcado tiene que ver con lo que consideramos "las cosas buenas", la cortesía, la caballerosidad: las buenas costumbres.
Debatiendo en un hilo #1 afloró el recuerdo de una escena patriarcal de juventud. Si me la cuenta un meneante del siglo XIX (y tenemos aquí a varios perfectamente conservados) no la encontraría fuera de lo común, pero como me la acabo de contar yo, que soy un hombre del futuro en comparación con las masas que pululan por estos hilos, me sigue pareciendo extraordinaria. A lo peor no lo es tanto. Ocurrió en los años ochenta, entre urbanitas no demasiado conservadores, no adheridos a sectas religiosas y que se tenían por librepensadores.
Yo, hermoso zagal de doce años, estaba jugando en la calle con un grupo de niñas, mientras mamas, papas y amigos tomaban el refrigerio en la terracita del café #2. Casi todas las niñas eran de mi edad, alguna era más joven y un par de ellas dos o tres años mayores que yo. Como estábamos haciendo las cabras por la calle provocamos una pirula y un auto le dio un topecito sin consecuencias a una de las niñas pequeñas: frenada ruidosa, llantos, y amigo de padres que sale disparado dejando su cervecita y se pone a echarme la bronca.
El niño resultó ser el responsable del grupo, aunque había niñas mayores ¡que además parecían mucho mayores! Pero ni al señor ni a mi nos salió un acuerdo natural por el que el único hombre que había dentro de esa manada en el instante de la tragedia tenía que haber estado a su cuidado, o ser más responsable del grupo que el resto de las mujeres. A mi no me salió en ningún momento y él tuvo que pasar un mal rato empleando un lenguaje grueso, palabras femeninas despectivas y llamamientos a la virilidad para recordármelo.
La memoria de la reprimenda ha persistido porque nadie me había echado una bronca tan gorda en la niñez, ni después, no porque luego conectara ese recuerdo con teorías feministas. Hasta ayer. Nunca me pregunté por qué este señor me había elegido a mi #3, y en concreto a un arquetipo de hombrecito, entre tantas niñas de mi edad, y mayores y mucho más grandes #4. Ahora pienso que no solo me reñía, estaba aprovechando el percance para hacerme caballero, me estaba otorgando la responsabilidad sobre las mujeres, y su cuidado.
Siempre se dice que la universidad no te prepara para el mundo laboral. Que te enseñan mucha morralla al principio, esas asignaturas que tienen cierta relación con tu campo de investigación pero con nula (o casi nula) aplicación a la(s) salida(s) laboral(es) que se supone optas con el título. Por eso, cuando empiezas en tu primer trabajo (o realizas las primeras prácticas en un entorno laboral real), y a pesar de que sabes que te puedes encontrar casi cualquier cosa, siempre sorprende el contacto con las personas, sobre todo cuando tu trabajo es de cara al público.
Lo que seguro no te esperas, a pesar de todo lo que he comentado, es que una de las primeras cosas que te preguntan al empezar a trabajar no son esas preguntas que te cuentan como anécdota algunos compañeros, como qué cosa es esa de las dioptrías, qué es la vista cansada o si en unos años podré quitarme las gafas.
No, nada, absolutamente nada, te prepara para que la primera pregunta que te hagan es "perdone, ¿aquí graduáis la vista?". Pregunta demoledora para un recién salido de la carrera. Te suena como si a un taxista le preguntas si sabe llegar al aeropuerto.
Lo curioso es que no queda como una anécdota aislada, sino que la pregunta te la hacen muchas más veces de las que podrías imaginarte. Luego hablas con compañeros y ves que es bastante común, principalmente del entorno de las ópticas (en clínicas oftalmológicas no se pregunta nunca eso).
Así que, con idea de responder a eso y mucho más, me ha motivado a escribir este post. La idea es mostrar a todas aquellas personas que lo preguntan, o ya lo intuyen pero tienen ganas de saber algo más de este mundo "semidesconocido", o simplemente para aquellos que han tenido curiosidad alguna vez, sobre el oficio del óptico-optometrista - Sí, se escribe así, con una palabra compuesta por dos términos, ahora os explico el porqué.
¿Qué es un óptico-optometrista?
Para empezar, no existe una definición oficial de la profesión de óptico-optometrista. Lo más parecido lo podemos encontrar en la ley que regula la profesión del Óptico-optometrista: La ley de ordenación de las profesiones sanitarias publicada en el BOE 44/2003, de 21 de noviembre. Reza:
"Los Diplomados universitarios(*) en Óptica y Optometría desarrollan las actividades dirigidas a la detección de los defectos de la refracción ocular, a través de su medida instrumental, a la utilización de técnicas de reeducación, prevención e higiene visual, y a la adaptación, verificación y control de las ayudas ópticas."
(*) La formación del óptico optometrista en la actualidad se inicia con un grado de cuatro años para obtener su titulación. Al ser la óptica y la optometría disciplinas en constante evolución, sus practicantes siguen de forma voluntaria (y cada vez más necesaria) un continuo reciclaje de conocimientos gracias a cursos de formación, másteres propios, simposios, congresos... El Consejo general de colegios de ópticos optometristas comenzó el año pasado una iniciativa para la creación de la validación periódica colegial VPC para incentivar la formación, que de momento es voluntaria pero proyectado para que sea obligatoria en el futuro.
Otra definición no oficial podemos sacarla de la web del CGCOO (Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas), la cual se toma prestada de la Liga internacional de óptica y Optometría (IOOL):
La Óptica-Optometría es una profesión libre, sanitaria -NO MEDICA- e independiente en la asistencia primaria, y es la Ciencia que estudia el complejo sistema visual con el fin de obtener de la visión la máxima eficacia. Trata de obtener el máximo rendimiento visual con el mínimo gasto energético (**). Para conseguirlo, la Optometría recurre a varias áreas del conocimiento: anatomía, biología, neurología, farmacología, patología, fisiología, psicología, ergonomía, etcétera; pero de forma preferente a una parte de la física que más ha Influido en el desarrollo de la humanidad: la Óptica.
(**) Esta frase que dice "obtener el máximo rendimiento visual con el mínimo gasto energético" entiendo que se refiere a la refracción, en cuanto a que se debe de hacer controlando que el ojo fuerce lo mínimo, aunque no he encontrado la fuente original para confirmarlo.
La Óptica y la Optometría son dos términos distintos que engloban una misma profesión en España, llamada "óptica y optometría". Es, por tanto, el óptico-optometrista aquel que ejerce dicha profesión y el nombre oficial por el que se reconoce. En otros países son dos profesiones independientes.
¿Qué es la óptica?
De los dos términos del nombre, por un lado tenemos la Óptica, la rama física que estudia el comportamiento de la luz y sus aplicaciones prácticas. La óptica, pues, se encarga del estudio del diseño, comportamiento y fabricación de sistemas ópticos diseñados para corregir los defectos ópticos del propio ojo, normalmente con lentes oftálmicas, las cuales se fabrican con curvaturas específicas. También estudia otros fenómenos físicos de la luz como la dispersión, la polarización o los filtros para determinadas longitudes de onda.
Así pues, dentro del área de la óptica podríamos englobar el conocimiento de las ayudas visuales oftálmicas actuales: lentes monofocales, lentes progresivas, ocupacionales... En ocasiones hay lentes especiales para casos concretos, tales como lentes bifocales para baja visión o microscopios montados en gafas, o incluso algunas ayudas muy interesantes para esos pacientes como las lupas o los filtros selectivos para mejorar a pacientes con deslumbramientos. Por supuesto, también es el profesional que mejor conoce los filtros de protección ocular, como por ejemplo los filtros de protección UVA 100% que tienen las gafas de sol. Solo como apunte, esos filtros no son en absoluto el único tipo de filtro que existe.
Además del conocimiento y prescripción de lentes, también montan y adaptan dichas lentes en las monturas (las gafas de toda la vida). Dicha tarea abarca desde montaje de unas gafas convencionales en sus diferentes variantes de materiales y tipos de lentes, como de algunos montajes especiales de prismas para alguna condición binocular que lo requiera (los prismas ayudan a mover la imagen en posiciones que son más cómodas en algunos casos de estrabismo).
Es necesaria una formación específica para esta tarea de fabricación de lentes, conociendo tanto los datos de la visión del paciente y diversos parámetros biométricos así como de la montura. En ocasiones se puede modificar el montaje de las lentes para que respondan a una compensación óptica lo más precisa posible a la deseada y sean más cómodos para el paciente. Un ejemplo es el descentramiento intencionado de las lentes con respecto a los centros pupilares para crear si es necesario un efecto prismático deseado en las lentes.
¿Qué es la optometría?
La optometría se dedica, por un lado, al estudio mediante exploraciones y pruebas del estado refractivo del ojo (y todo aquello que afecte a la visión) para su corrección mediante lentes oftálmicas o lentes de contacto, y por otro lado del estudio de las posibles causas que puedan afectar su rendimiento visual, ya sea a nivel visual, binocular, de movimientos oculares u otros relacionados. El óptico-optometrista ejerce de atención visual primaria en caso de sospecha de cualquier patología visual derivando al profesional sanitario adecuado si fuera necesario, normalmente el oftalmólogo. Podríamos decir que la optometría es la parte más clínica (o sanitaria) de la profesión.
Dentro de la optometría hay algunas subramas no oficiales. La más conocida es la contactología. La contactología se dedica a la adaptación de lentes de contacto. El profesional que la ejerce se puede autodenominar "contactólogo", aunque no exista título con dicho nombre. Todos los ópticos-optometristas tienen formación específica en contactología existiendo varios niveles de especialización, ya que es un campo que es muy diverso y pasa desde las adaptaciones de lentes de contacto más convencionales hasta las lentes semirrígidas hechas a medida (que requiere de mayor conocimiento y experiencia por parte del profesional) o la ortoqueratología, que es un campo aparte dentro de la contactología al ser la orto k una adaptación muy específica
Además de la contactología también hay otras "sub-especialidades" no oficiales como, por ejemplo, el estudio de la visión binocular y la terapia visual (un tipo de ejercicios que ayudan al sistema visual a mejorar condiciones binoculares) a menudo unido a la visión pediátrica, la baja visión y rehabilitación visual (rama que ayuda a aprovechar el resto visual de personas con visión baja que no son ciegos a causa de una o varias enfermedades oculares).... En ocasiones algunos ópticos-optometristas también realizan los cálculos necesarios para las lentes intraoculares, y en algunas clínicas oftalmológicas se encargan los ópticos-optometristas de hacer diferentes pruebas específicas dentro de la clínica. Reitero en que todo lo mencionado en este párrafo no son especialidades en sí, ya que los ópticos-optometristas ya tenemos capacidad para realizarla desde la universidad (aunque es recomendable formación específica si se va a profundizar en alguna de esas tareas).
¿Donde ejerce su trabajo el óptico optometrista?
Como decía, los ópticos optometristas ejercen en establecimientos de óptica en su mayoría, pero no en exclusiva. También los podemos encontrar en clínicas oftalmológicas, en laboratorios de lentes oftálmicas o de lentes de contacto y en docencia e investigación científica en las universidades (en ocasiones compaginando la labor docente con el trabajo en consulta). Curiosamente, aquellos ópticos optometristas que trabajan en clínica oftalmológica gozan de mayor respeto y más credibilidad por parte de los pacientes, sólo por el hecho de estar en clínica y no en óptica (aunque pueda tratarse de un óptico optometrista que haya trabajado igual en óptica que en clínica). Es evidente que el propio establecimiento de óptica es responsable de dicha imagen. Sobre este punto, me gustaría pararme, ya que es, creo, lo que motiva realmente a que la gente se formule la pregunta que da título a este texto.
¿Cuál es la imagen actual del óptico-optometrista y por qué?
El óptico-optometrista es un profesional sanitario, siendo uno de los problemas principales el que puede no ser percibido así por la sociedad, sobre todo cuando trabaja en un establecimiento de óptica. ¿A qué se debe? Principalmente a que una óptica es un lugar donde el óptico optometrista realiza el examen visual y con el resultado de dicho examen prescribe y ofrece él mismo la ayuda visual necesaria. Quiere decir que es prescriptor de la ayuda y vendedor al mismo tiempo. Esa doble vertiente se puede caer en la tentación de pensar que existe un conflicto de intereses, que el óptico-optometrista pueda ofrecer ayudas sin ser necesario para vender. Esto ha derivado en el desarrollo de una imagen de simples tenderos que probablemente el marketing de algunas empresas (en las que la estrategia ha sido siempre el precio bajo o el 2x1) ha contribuido a aumentar aún más. Pero esto no se corresponde con la realidad, las cifras del sector indican que no existe un problema de conflicto de intereses, la población española está debidamente atendida en sus necesidades visuales con especial atención a la visión infantil ya que ha mejorado la prevención con más revisiones visuales ayudando a tiempo a derivar muchos pacientes con problemas, en eso tiene mucha importancia la labor de atención primaria de los ópticos-optometristas.
En España, desde hace muchos años que existen las ópticas (mucho antes de que apareciera la carrera en sí de óptico optometrista). Cuando salieron los primeros titulados, empezaron a trabajar haciendo los primeros exámenes visuales, pero en esos comienzos se ofrecía dicho servicio gratis. Al cabo de los años aún son mayoría las ópticas que no cobran por el trabajo que realizan (cosa impensable en otras profesiones sanitarias, como dentistas, fisioterapeutas...). Por suerte, esa tendencia va cambiando poco a poco, poniendo de esta manera en valor el trabajo que realiza el óptico-optometrista.
En cuanto a la calidad del producto, cuando empezó la crisis y comenzó la "guerra del precio más bajo" (por el marketing agresivo de algunas cadenas), bajó en general la calidad de las monturas de gafas, e incluso de las lentes de stock más utilizadas. Sin ser experto diría que el mercado quería que la gente cambiara de gafas cada año. De ahí que bajaran los precios en picado y, consecuentemente, la calidad del producto. Todo esto hace que la atención de la sociedad recae exclusivamente en el producto final y no en la tarea sanitaria previa (optometría) o en la adaptación individualizada de dicho producto y su montaje (óptica). Esto ha motivado a muchos ópticos optometristas tratar de cobrar actualmente tanto por el examen visual (la graduación) como por adaptación de lentes de contacto, montaje de gafas...
Resumiendo
La profesión de óptica y optometría, en resumen, es una profesión sanitaria autónoma, con su propio campo de estudio, y regulada por ley orgánica. Los ópticos optometristas se encargan de prescribir y adaptar la mejor solución para los problemas visuales. Son, por tanto, los expertos en las ayudas visuales (lentes oftálmicas, lentes de contacto...), tanto en su manufacturación, como su montaje, adaptación y manejo. Poseen por su formación universitaria los conocimientos de óptica oftálmica necesarios para recomendar, adaptar y dispensar las soluciones ópticas de la manera más adecuada, siendo ésta una competencia exclusiva del óptico optometrista. También posee formación específica para realizar labor de atención primaria visual si es necesario, para derivar cuando se requiera.
Así que, sí, se gradúa la vista en la óptica, pero mucho más que eso.
Espero que este hilo sirva para que muchos conozcáis mejor qué somos y qué hacemos. Y ayude a que confiéis un poquito más en nuestra profesionalidad. Si tenéis alguna duda sobre cualquier cosa que explico aquí, no dudéis en preguntarme.
Una noticia reciente decía que las personas con más dinero tienden a ser más groseras al volante ¡Debo de estar rodeado de conductores ricos! Porque todo el mundo pone caras torvas cuando, por circunstancias de la vía, acaban detrás de mi twingo del 95 que circula a una velocidad de crucero de 50 km/h. Pero la mayoría de esa gente ofuscada no se mueve en grandes carros, no parecen muy ricos. Lo que sospecho que ocurre es que ese twingo que marcha a velocidad razonable es una cortapisa a su libertad de circular en un rango de velocidades al que, aun dentro de límites técnicos y legales, creen que tienen derecho. La razón de las caras turbias sería el efecto de entorpecer una libertad asumida, la grosería una expresión no de la riqueza si no de la libertad (libertad en un entorno tan limitado no parece gran cosa, pero ese poquito de libertad si que es importante para los que disfrutan de la velocidad o están sujetos a horarios draconianos). El punto es que los obstáculos a esa libertad que nos va poniendo en nuestro camino el universo desencadenan reacciones de perplejidad y disgusto. Todos somos gente campechana, y los ricos más que nadie, es el universo el que se empeña en constreñirnos y estorbar.
Lo que sostiene la libertad es el poder. No tenemos libertad si no tenemos poder. A ciertos niveles populares el poder suele obtenerse con dinero, por eso parece que el problema de la grosería es la riqueza, pero la mayoría de personas con dinero también se encuentran atadas a las cosas que se lo proporcionan y a las cosas y enredos que han conseguido gracias al dinero. Son gente temerosa de dar un traspiés que les haga perder sus líos, su estatus, sus cosas y las fuentes con las que se pagan todo eso. Tienen dinero pero no tienen tanto poder de modo que su libertad no va mucho más allá que la de las personas que tienen menos cosas y riquezas que ellos. No pueden permitirse ser muy groseros porque no son muy poderosos. Lo que necesitamos para dejar fluir nuestra grosería con libertad es primero de todo poder. El dinero es una forma de obtener poder, pero como digo tener dinero no equivale a tener poder si uno es dependiente de las cosas que te lo proporcionan. Y el poder se puede conseguir de otras maneras.
Al poder también se llega por medio de la política, estableciendo unas reglas del juego donde todos tengamos un poder similar y por lo tanto seamos iguales o, por mor de alguna particularidad, algunos seamos "más iguales" que el resto. Y la tecnología también nos ha otorgado mucho poder más allá de las carreteras. Hoy en día nos permite gestionar mejor que nunca nuestras conversaciones. Podemos evitarlas, silenciarlas, aplazarlas es decir controlarlas según nuestros intereses y deseos. Por ejemplo, antaño subías por la escalera de casa y, como los vecinos no iban junto a iconos flotantes de "silenciar", "privado", "no estoy", etc te tocaba apechugar con la chapa del vecino del tercer piso. En aquellos tiempos se asumía con más paciencia la chapa porque no quedaba otra. Las chapas del vecino del tercero eran como el Sol o las estaciones, formaban parte inexorable de la vida. Ahora en cambio quedar atrapados en los interminables bucles verborreicos de un vecino del tercero sin iconos hace que nuestros ojos se inyecten en sangre, no porque el vecino no tenga sus iconos (de momento) es que nos hemos acostumbrado a tener más control sobre las conversaciones, y entonces nuestra respuesta es antipática incluso a pesar nuestro. Porque todos pensamos que somos "buena gente". Es sólo que ahora somos más libres.
Estoy llegando a una edad en la que cualquier día moviendo una maceta en el patio me dará un patatús y diez meses después encontrarán mi momia medio comida por los gatos. Caído el principal baluarte de la razón y el buen gusto en Menéame cómo impedir que este sitio acabe siendo conquistado por cavernícolas y niños rata.
¡Siempre se van los mejores! Y aquí se quedan todos los cuñados de la hispanoesfera. Una solución para mantener a raya el oscurantismo creciente sería recrear artificialmente a los usuarios que en su día aportaron contenido valioso. Por ejemplo a la locuaz @patsi o al inefable @pumbi participantes, que además de dejar una impronta de santidad y amor, cedieron al foro cientos de miles de comentarios interesantes y constructivos ¿permitiremos que todos esos mensajes se pierdan como lágrimas en la lluvia? ¡Espero que no! En este sitio hay material de sobra para devolverlos a la vida.
Sería una genialidad volcar los miles de comentarios que tengo aquí en una IA y así obtener un @helisan artificial que responda con mis ideas y expresiones. Un bot indistinguible del usuario @helisan, pero que no acudiera sólo al conjurar el nick si no en función de las noticias o los comentarios que se publican. La IA revisaría las nuevas adiciones en el foro y el bot aparecería diciendo cosas en los comentarios o noticias que tratan los temas que usualmente respondo. Este bot sería capaz de debatir racionalmente igual o mejor que el @helisan primigenio, pero sin sus limitaciones. Cada vez que saliera un petimetre diciendo alguna babosada aparecería un @helisan poniéndole en su sitio, si aparecieran cien petimetres al mismo tiempo @helisan respondería a todos ellos a la vez, de diferentes formas, todas ellas con el sofisticado estilo y los inapelables argumentos que habría utilizado el usuario original.
En un antiguo meneo un entendido en la materia llamado @fluffy #1 dijo que esto ya se podía empezar a hacer. Si bien para alcanzar el "debate inteligente" necesitaremos redes neuronales mucho mayores. Aunque tampoco es que el "debate inteligente" sea aquí como para tirar cohetes, y eso que contamos con cerebros que ya vienen de fábrica con millones de neuronas. A lo mejor no estamos tan lejos de conseguir foristas artificiales inteligentes, o por lo menos lo suficientemente inteligentes como para mantener sin problemas los "debates" que uno puede encontrarse normalmente. En el foro del futuro los usuarios podrían acabar debatiendo con intelectos con sus ideas intactas de hace mil años.
¡El @helisan de los mil años!
Si, ya se, alguien va a decir que esto ya ocurre con los memes que van saltando de un cuerpo a otro. Nos pasamos el día utilizando o cuestionando ideas de gente muerta hace siglos que infectan nuestras neuronas. La mayor parte del tiempo no discutimos realmente con personas vivas, más bien "el contenido" que pulula por ahí utiliza "bots biológicos" para defenderse y propagarse. Pero al depender de una sucesión de cuerpos lábiles, que viven influidos por otras ideas y azotados por fenómenos ambientales (accidentes, drogas, enfermedades, televisión, etc), esos memes no se expresan bien, se degradan o mutan transformándose en otro tipo de memes.
Sin embargo aquí tendríamos una IA que "viviría" en un sistema cerrado y protegido de alteraciones, sin errores provocados por accidentes porque se autorrepararía para mantener su estabilidad, no sufriría presiones ambientales que pudieran hacer que cambiara de opinión. Una entidad con sus antiquísimas ideas congeladas en el tiempo por toda la eternidad, como el abuelo de VOX, pero muchisimo más resistente y perfeccionada. ¿No sería fantástico un foro donde sabios inmortales e inconvencibles nos llevaran, una y otra vez, a debatir sobre los mismos puntos para mantener la racionalidad y evitar que acabáramos en el caos?
MUCHOS se estarán preguntando qué ocurre con @helisan, por qué se demoran tanto los escombrillos y lloriqueos y sobre todo: a quién perseguimos ahora, porque proliferan los articulistas (¡bien!) pero reconoced que no es igual de placentero hundir sus publicaciones mientras les ponéis en su sitio con cuatro verdades bien dichas. Pues ha pasado que dejé el pueblo y me he ido a vivir a una casa en ruinas en medio de la huerta, un lugar donde sin duda encontraré la paz interior y la inspiración. Aunque en estos momentos me encuentro rodeado de escombros traicioneros, hierros oxidados filosos y tejas de asbesto hechas polvo (¡Tengo miedo de inspirar demasiado!). Todo es un roto. Al abrir una puerta me quedo con el tirador en la mano, trato de ajustar el tirador, se desencaja la puerta, intento enroscar la bombilla parpadeante, se deshace el casquillo como si fuera hojaldre, quito el cuadro carcomido de la Virgen del Rosario, se desploma el yeso de media pared... y así con todo. Cualquier lugar o mobiliario de la casa esta roto o resquebrajado o a punto de estarlo, reemplazarlo o arreglarlo requiere mucho tiempo, muchas vueltas, golpes, griterío y un montón de blasfemias.
La primera vez que entré en la casa parecía un atrezo de Cuéntame congelado en los años setenta. Me gustó, porque me ilusioné viéndome hablar por el teléfono de disco, escribiendo con mi vieja Olivetti o llamando criada a la asistenta... Pero fue llegar, abrir ventanas para que entrara el aire, y todo comenzó a desintegrarse, como pasa con las momias egipcias cuando destapan los sarcófagos. Si no escribo sobre cuestiones polémicas es porque estoy ocupado en apuntalar la república independiente de mi casa. La parte positiva es que ya no sufro el alboroto de los nativos ni sus insoportables "fiestas" atávicas (trompetas, tamborcitos, cohetería levantina, que ríanse ustedes de las baterías de katyushas), ahora vivo entre fincas de europeos respetuosos y eslavos de dudosos negocios, y disfruto de la calma campestre en un patio que da a una parcela de naranjos. En el patio nada esta roto, porque no hay nada. Aunque nada no es perfecto, un gato se ha dedicado a dejar sus cacas alterando el vacío reinante creo que como una manera de reclamar su territorio. No se me ocurre forma de disuadirle de usar el patio como retrete. Probaré a ponerle un cajón con tierra.
Sobre la relación entre el populismo tribalista y las muertes por coronavirus.
- ¿Cuánto falta?
- Todavía falta bastante.
- ¿"Bastante"? ¿Qué coño es "bastante"? Oye, no soy una niña, ¿sabes? Así que lo repito: ¿CUAN-TO FAL-TA?
- Tres se-ma-nas, Gre-ta.
-¿Y ese tonito tan insolente? No te estarás enfadando, ¿eh Lars? ¿Te estás enfadando con Greta?
-Perdona, Greta, lo siento...
- No quiero tu perdón y no me hables de forma condescendiente. Te repito que no soy una niña y recuerda que este viaje es posible gracias A GRETA...
- Oye, ¿puedes dejar de hablar de ti en tercera persona? Es un poco perturbador y...
-Perturbador sería no llegar a tiempo a la cumbre del clima. Este cascarón es una puta mierda. A ver, ¿hemos llegado ya?
- ¡Pero si lo acabas de preguntar!
- ¡NO LE GRITES A GRETA, HOSTIA!¡A GRETA SE LE HABLA BIEN!
- Ahora estás gritando tú. Cálmate, por favor...
- ¿CUÁNTO FALTA PARA LLEGAR?
- ¡ACABAMOS DE SALIR, COÑO! ¡HACE 30 MINUTOS!
- ¡A GRETA NO LE GUSTA QUE LE GRITEN! ¡SOY LA SALVADORA DEL MUNDO! ¡SIN MÍ TUS HIJOS ESTÁN PERDIDOS, ¿ENTIENDES PIOJOSO BURGUÉS CONTAMINANTE?
-Yo no tengo hijos, y después de conocerte creo que me voy a hacer una vasectomía...
-¿Qué dices por lo bajini? ¡HÁBLALE ALTO A GRETA!
-Pufff, voy a hacerme un café...
-¿ESO QUE ESTOY VIENDO ES UN VASO DE PLÁSTICO, PUTO DEGENERADO?
De momento pues hace calo y puede que haya que esperar un tiempo para ponerse manos a la obra, pero si te da por aprovechar unos días del veranillo cuando esté un poco más fresco, esta idea puede que te crezca.
Lo primero es la motivación. Todo eso que hablan de la comida y lo sano que es cultivar algunas cosas en casa, pues, parece verdad. Hay que hacerse a la idea, lo que se come (y como), repercute en la salud, así que no está de más plantarse algo aunque solo sea para compensar. Si además te emociona la idea de un huerto (técnicamente bancal) en casa, más o menos fácil, sigue leyendo por favor.
Lo segundo, planear que se va a cultuvar y cuando; aprender del tema, vamos. Después de todo, llegará el día en que tengas delante un huerto, y algo habrá que plantar. Que tipo de hortaliza o tubérculo o que se desea cultivar. Algunas ideas como tomateras, o pimenteras, o calabazas, que van con todo, fresas, zanahorias, o lo que pueda venir bien. Aprender de tierras, tipos de abonos (preferentemente ecológicos) si vas a usar, riegos, etc. En breve, buscar y leer un poco. Por ejemplo, una asociación de huertos urbanos locales o asociaciones de agricultores pueden ayudar, o incluso tal vez acercarte a una tienda profesional de semillas local.
Por otro lado, eso de cultivar le da cada cual un disfrute distinto, ver crecer las plantas, el verde da alegría, y también salen los números, los dichosos números. También cultivar da paz a algunos. En definitiva, hacer un mapa, aunque sea mental, de lo que se va a plantar y como cuidarlo.
Pa lante entonces. Huerto en casa pues ¿que hace falta?
1 Lugar. Un pequeño jardín es ideal, una terraza, balcón amplio, o un espacio cerrado como un invernadero, etc. Un adosado, aun pequeño, es perfecto. Un lugar en un huerto urbano pues también.
1 Pallet usado en medianamente buenas condiciones. 2 o más si se quiere hacer más alto y se tiene ambición. Localizado en mil sitios y más.
1 Tela o Malla antihierbas eco, alrededor del doble de la superficie del pallet que uses. También una sábana vieja puede valer.
1 Saquito de piedras, del camino también sirven. Ojo, no son del todo esenciales.
2 Sacos de 40 kgs de tierra eco, ya puestos.
1 Cerco de pallet (más sobre esto, abajo).
Imaginar lo siguiente que hay que hacer no parece difícil.
A. Se colocan los palets en el lugar designado.
B. Se ponen encima los cercos de pallets cerrados.
C. Se pone la malla o tela sobre el hueco.
D. Se esparcen las piedras por toda la superficie.
E. Se echa la tierra y Voila! Un estupendo huerto ecológico en casa para cultivar lo que la imaginación nos inspire.
¿Por que este sistema es tan eficaz?
Por que es barato, sostenible, se puede adaptar la altura por comodidad, se puede replicar muy económicamente, funciona y se puede montar y desmontar con un trabajo razonable.
¿Que es eso de un cerco de pallet y por que no lo conocía antes? Un cerco de pallet un producto logístico, de transporte de mercancías, como lo es un pallet, un container o una caja. Se utiliza para muchos tipos de transporte y consiste simplemente en cuatro tablas unidas por unas bisagras con cierre. Una idea simple que incluso se puede hacer en casa si se es manitas.
Originalmente creo que el invento es alemán, así que danke, alles klar. A propósito, por favor considera este artículo amateur del tema. No conocías, como yo, los cercos de pallets por que normalmente se quedan en el almacén antes de la vista al público y además, al ser plegables, ocupan muy poco espacio de almacenaje. Los pallets, por otra parte, son mas visibles pues pueden ser transportados mecánicamente hasta el lugar final de exposición de la carga si se desea.
Si uno prefiere usar un cerco de pallets ya hecho, hay varios sitios donde comprarlos por internet, nuevos y usados. También puedes preguntar en un proveedor local de pallets.
En esta foto puedes ver algunos en producción y en este este artículo de una comunidad local de Wedding, en Berlín, con el sistema.
Espero que a esta tarde de verano alguien le saque algún provecho con esta lectura alguna vez y agradecer la atención esperando haya sido de interés.
Feliz cosecha!
Este artículo es una queja personal sobre el funcionamiento y el trato de Renfe, como viajero y sufridor habitual de su servicio de trenes.
El martes 23 de junio tenía reservado un viaje corto de los que volvemos a poder realizar una vez recuperada la movilidad. De Castellón a Tarragona en tren.
Mi Talgo "Torre del Oro" tenía hora prevista de salida a las 17:07 en Castellón y llegada a las 18:41 a Tarragona. Este tren sale desde Sevilla a las 8:35 de la mañana por lo que es habitual que lleve retraso y este martes el retraso era de 45 minutos.
Como la aplicación oficial de Renfe hace meses que no informa de los retrasos en los viajes comprados, tengo instalada en mi móvil la aplicación de Adif que sí que da esa información. Entro en la app y además del retraso, veo que el tren no para en Tarragona como dice mi billete, sino en la estación de Camp de Tarragona, una estación en mitad de ninguna parte, a 13 kilómetros (15 minutos en coche) de la estación de Tarragona ciudad.
Qué raro, pienso. Mi billete es a Tarragona, los paneles de información dicen que paramos en Tarragona y, sin embargo, la app del gestor de infraestructuras ferroviarias dice que paramos en otra estación.
Así que me acerco a la empleada de Renfe que se encarga de comprobar los billetes antes de subir al tren y le pregunto directamente: "Disculpe, el próximo tren ¿para en Tarragona o en la estación del Camp?"
Cara de descomposición, como si le hubiera preguntado por el próximo eclipse lunar: "Pues.. No sabría decirle, creo que para en Tarragona. ¿O era en Camp?" Aquí no sé si estaba hablando sola o con un diablillo morado invisible posado en su hombro. "Un momento y te lo consulto."
Y ese momento nunca llegó, la duda quedó en el aire sin respuesta. El tren llegaba con 50 minutos de retraso y en el luminoso que anunciaba las paradas seguía informando de que el tren paraba en Tarragona.
Subo al tren, ocupo mi asiento y todavía no sé dónde paro. Me acabo de subir a un tren que no sé dónde me va a dejar, pero resulta que mi situación todavía podía ser peor. No por mí, sino por otros pasajeros andaluces que iban en el mismo vagón.
El viaje dura poco más de hora y media, pero al pasar alrededor de media hora escucho bullicio y quejas unas cuantas filas detrás. Un grupo de cinco personas que estaban protestando al revisor. Pongo la oreja y me entero del fregao. Resulta que el tren que debía parar en Tarragona, en Vilanova i la Geltrú y en Barcelona, excepcionalmente iba a desviarse por la vía del AVE. Así que los viajeros que íbamos a Tarragona nos tendríamos que bajar en Camp de Tarragona y luego coger un autobús que en unos 20 minutos nos dejaría en Tarragona ciudad. Pero, ay, los pasajeros que querían parar en Vilanova i la Geltrú no les iba a llevar nadie, que se cogieran un cercanías en Barcelona, que les salía gratis. Esa parada en Vilanova quedaba suprimida y les estaba informando en esos momentos. Es decir, además de los 60 minutos de retraso, unos pasajeros que habían salido a las 8:35 de la mañana desde Sevilla, tenían que llegar a Barcelona y luego cogerse un Cercanías por sus propios medios para acabar llegando a Vilanova con seguramente más de 2 horas de retraso.
Por fin pasadas las 19:35 llegaba a Camp de Tarragona, todavía tenía que coger un bus que nos llevaría a Tarragona ciudad con lo que mi llegada a destino fue después de las 8 de la tarde. Con un retraso de más de una hora.
Así que hoy me conecto a la web de Renfe para solicitar la indemnización, un intercity, más de 60 minutos y menos de 90, según sus condiciones conlleva una indemnización del 50% del coste del billete. Pues no. En la web dice que por ese retraso no hay derecho a indemnización
Como no lo entiendo, llamo por teléfono para poner una reclamación y que me lo explique alguien a ver si es un error. Pues no, no es un error. Al otro lado del teléfono una teleoperadora me informa que si nos han llevado a destino en autobús no se puede solicitar la indemnización por web, que hay que hacerlo presencialmente en una estación. Y tengo un plazo de tres meses para solicitar esa indemnización. Y si no voy a una estación, pierdo la indemnización.
Así que ésta sigue siendo la normalidad en Renfe. Empleados que no saben las paradas de un tren, información falsa en las pantallas, retrasos de más de una hora en los trenes, revisores que comunican a los pasajeros que se han suprimido paradas cuando estamos a punto de llegar a otro destino, pasajeros que son abandonados en otra ciudad para que cojan un cercanías a su destino original, imposibilidad de solicitar indemnización a través de la web si te han metido en un autobús para finalizar el viaje.
Renfe, calidad, compromiso de puntualidad, rapidez y comodidad. JA.
Debo reconocer que cuando escribo algún artículo en meneame busco (entre otras muchas cosas) un placer secreto. Ese placer lo encuentro cuando, entre los comentarios, leo el clásico "no puedo creer que esta basura haya alcanzado la portada...meneame ya no es lo que era". Me encanta tocar las narices a los usuarios más puristas, pero admito que me han enseñado algo importante: si una web no se adapta a los tiempos, acaba muriendo. Y la adaptación implica cambio, renovación, análisis de los potenciales usuarios que se fueron o estar por venir, y creación de estímulos atractivos para ellos. Todo esto puede lograrse sin perder la esencia de la página.
Meneame es un agregador de noticias creado para compartir información. Hay información en las noticias externas, pero también en las ideas y vivencias de los usuarios (y además son cosas que no encontrarás en ningún lugar distinto de meneame). Por eso los artículos y subs temáticos son una excelente fuente de atractivo para la página. Permiten intercambiar datos y pensamientos sobre aquello que interesa a cada grupo de la comunidad.
Y cuando algún artículo, relato, poema o viñeta que se sube a un sub llega a portada, no se produce una tragedia. Porque quien no esté interesado en él, podrá seguir mirando noticias sin perder más que un segundo en leer el titular, y quien sienta interés hallará un incentivo más para seguir visitando meneame. A este respecto, me sorprenden los usuarios que entran a un artículo para decir "esto es insoportable, otra vez la misma basura en portada..." y hacen alusiones a su contenido. La pregunta es ¿por qué entras en él, lo lees y lo comentas si te parece basura? ¿En qué te perjudica que, entre 40 noticias de la portada, haya 4 o 5 de subs que no te interesan? Sigue tu camino y deja que quienes sí las valoran disfruten con ellas, igual que otros usuarios hacen cuando ven en portada noticias sobre temáticas que les aburren.
Un dato: la inmensa mayoría de las veces que un artículo llega a portada, acaba siendo la noticia más leída del día.
Es importante abrir la página a nuevas temáticas y fomentar la visibilidad de estas opciones para que los interesados en ellas vengan por aquí. Pero también es relevante generar sinergias entre los usuarios. Es decir, crear una comunidad de gente que empatiza (al menos con una parte de los usuarios) y encuentra risas, comprensión, calor humano...cuando entra en la página. Uno de los grandes males de nuestra sociedad es que mucha gente se siente obligada a caminar por el mundo con máscara, ocultando su forma de ser, sus sentimientos y sus emociones. Encontrar una comunidad acogedora donde hablar con libertad de todo eso, tanto desde un punto de vista personal como desde una perspectiva más teórica, es otro estímulo que atraería no poca gente.
Seamos realistas: un lugar donde colgar las noticias de siempre (aunque de vez en cuando haya aportaciones interesantes de blogs y medios alternativos) para que sean respondidas con los clásicos: "melafo", "nada nuevo cara al sol" o "son sus costumbres y hay que respetarlas" resulta muy poco motivador. Pero una pagina donde puedes encontrar pequeñas joyas de la música clásica, artículos de opinión elaborados desde la perspectiva de un ciudadano de la calle, relatos inéditos, curiosidades informáticas, confesiones sobre la vida...todo ello en un contexto donde no sientas vergüenza por expresar cómo te sientes o lo que piensas, y en un ambiente de hospitalidad que pueda hacer surgir auténticas amistades...creo que es el futuro de esta página.
Desde hace varios meses intento mudarme a un barrio más céntrico de Madrid. Es realmente difícil encontrar pisos publicados por sus dueños. Lo habitual es que los gestione una inmobiliaria que pretende cobrarme una mensualidad más IVA en concepto de honorarios. Unos 1200€ del ala. Así porque sí. Yo me pregunto qué servicio estoy pagando que merezca tan cuantiosa suma.
-Le buscamos el piso que mejor se adecúe a sus necesidades.
-¡¡¡Pero si os he llamado yo para preguntar por un piso que he visto en idealista!!!
Otra mujer, más sincera, me decía: "ya sé que en otras comunidades no se paga, pero aquí trabajamos así".
Yo entiendo que a quien prestan el servicio es al dueño de la vivienda, que no tiene que atender llamadas, enseñar el piso o redactar el contrato. A mí no me prestan ningún servicio. Es más, prefiero que me enseñe el piso su dueño, que es el que mejor lo conoce y el que me responde a las preguntas o a las contraofertas. Las inmobiliarias son una traba en este proceso. Una traba que me pide 1200€.
Así que uno llega a la conclusión de que está sometido a una extorsión. Nosotros tenemos el poder de decidir quién se queda el piso, o pagas o te quedas sin él. Empresas carroñeras que no aportan nada y que se llevan dinerales por enseñar pisos con mala cara.
Este último mes me he visto varias veces en la situación de decir, quiero el piso, si no me cobras la comisión me lo quedo. Obviamente lo han rechazado todos ellos y pasado un tiempo el importe del alquiler baja unos 100€ (para mi regocijo). A las hienas de la inmobiliaria les importa poco esa bajada, pero al dueño le están haciendo una jugarreta por la que perderán 1200€ al año (y más que bajarán los alquileres).
Por favor, como inquilinos no traguéis con estas prácticas parasitarias. Como dueños no recurráis a ellas, que no van a mirar por vuestro interés.
Por último, es gracioso ver que los alquileres vacacionales de Airbnb que se han sumado al mercado con alquileres para un año también se han apuntado a esta moda y te cobran el mes de marras por la puta cara. Total, si son idiotas y lo pagan, por qué no cobrarlo...
menéame