Todo es facha, y los ateos no iban a ser menos. Aquí los conocéis como “soy ateo, pero…”, o en su nueva versión extendida: “como os pasáis con los católicos, si el cristianismo ya no da problemas. Firmado un ateo” ¿“Firmado un ateo”? ¿En serio? ¡Como si el ateísmo fuera garantía de algo! Son nuestros ateos posmodernos jordanpetersonianos que firman chorradas y hablan en sus redes luciendo gorritas y vinilos ajustados en la cabeza, los ateos de la “nueva derecha”, defensores de la libertad de las comunidades fantasmagóricas, no tanto de la de los individuos.
Son ateos que cambiaron su creencia religiosa por la creencia en la creencia religiosa y a Dios por la idea de una sociedad bucólico pastoril de fantasía necesitada de jerarquías eclesiásticas en la que ellos mismos no vivirían, pero que manejan como un objeto suntuario sobre el que se arremolinan con la misma fe con la que la izquierda ensalza su quimera de “el obrero” (#1) o de las antiguas comunidades anarquistas. Pero nadie quiere quedar atrapado dentro de esos objetos, que cuando llegan a existir son cubil de obtusos y fanáticos, y menos que nadie toda esa panda de libertinos y cosmopolitas que defienden la religión desde sus sillones gamers. Quieren cultivar tales objetos como yo cultivo mis geranios, deseo que crezcan, pero no vivir en su maceta.
El problema es que no hablamos de geranios. Pero están con la mentalidad de cuando teníamos campesinos ignorantes y creyentes sinceros que conformaban la base de una pirámide en cuya cúspide los antepasados intelectuales de nuestros ateos fachas, la pequeña aristocracia oscurantista vivía, acumulaba cultura y esnifaba rapé gracias a sustraer la riqueza de una base mayoritaria que se dedicaba a sobrevivir, arar el campo, azuzar ovejas y a ser pastoreada dócilmente por la jerarquía eclesiástica. Igual que la antigua élite la nuestra se sabe en la cúspide de la pirámide, pero no ven que la base esta subiendo a la cúspide con ellos, porque la base también quiere vivir y liberarse de los dogmas de la religión, igual que dicen querer ser libres de los dogmas de los progres, porque son ingenieros y tienen másteres, y acceso a Internet y publican cosas en forocoches.
Y ahora todos estos ateos se apelotonan en la cúspide de la pirámide con el mismo pensamiento elitista que los llevó hasta allí, imaginando que hay una base ahí abajo de creyentes sencillos bucólico pastoriles, que deben ser guiados por la religión. Bueno, pues no hay más base, lo que queda abajo son viejos dementes, curas mustios y unas monjas de Namibia, gente incapaz de hacer cosas interesantes y mantener la cultura de un pueblo. La “nueva derecha” lucha desde una pirámide invertida con un ejército de generales que se la pasan moviendo regimientos fantasmas. Amigos ateos fachas, no podéis subiros todos arriba de la pirámide, alguien tiene que ser la sociedad que soñáis.