Supongo que todos habréis visto ya el anuncio de navidad de Ruavieja. Si no es el caso, aquí lo tenéis: Tenemos que vernos más.
El anuncio empieza con las palabras "El uso del móvil se ha triplicado en 6 años", "consumimos más contenido audiovisual que nunca", "el contacto con la gente que nos importa se ha trasladado a las redes sociales". Vamos, el clásico ¡todo el día con el móvil en vez de comunicarnos entre nosotros! Como si los móviles no los usáramos para comunicarnos. Yo mantengo el contacto personal con gente gracias a que las redes sociales me permitieron recuperarlo y los móviles mantenerlos.
Pero no quería hablar de la tecnofobia del anuncio. Venía a hablar de lo que no habla el anuncio. De la principal razón por la que la gente no tiene tiempo para ver a sus amigos y familiares. Las jornadas de trabajo extenuante. A eso no le echáis las culpas, ¿no? Se las echamos a los móviles, que es más "socialmente correcto" criticarlos.
Jornadas laborales de 8 horas diarias. Suponiendo que no tengas que "quedarte un ratito más". La hora y media, con suerte, para comer. Más una media de una hora para ir y volver del trabajo [Fuente]. Sumando nos salen unas 12/14 horas dedicas a la jornada laboral.
Y haber, que yo se que hay que trabajar porque la comida, la energía y las cosas que usamos no se fabrican solas. Pero si la gente no tiene tiempo para ver a sus amigos no es por estar con el móvil. Más bien estamos con el móvil porque no tenemos para ver a nuestros amigos.
Casi la mitad de mis amigos están estudiando oposiciones o ya las estudiaron en el pasado. Y casi todos te dan el mismo motivo para ello. La falta de tiempo que te deja el trabajo en la empresa privada. Ese es el problema. Por eso no nos vemos el tiempo que quisiéramos.
Y estamos en el siglo XXI. Los robots y los algoritmos están trayendo un aumento de la productividad brutal. Tenemos la posibilidad de trabajar menos y aún así producir más que hace una década. En vez de esos, trabajamos más, para ganar menos, mientras las grandes fortunas ganan más [Fuentes: El Mundo, Deusche Welle, Cáritas o Capgemini)
En fin. Renta básica, robots y jornada de 30 horas. O barbarie.