Todo este artículo es una adaptación del hilo de twitter escrito por Oriol Güell i Puig, con algunas correcciones. Podéis encontrar el original aquí. Todos los créditos son suyos. Antes de comenzar, recordad que cualquier parecido con la realidad es mera casualidad:
"Voy a volver de alguna manera a aquellas sesiones del 6 y 7 de septiembre y 27 de octubre para hacer un ejercicio de política ficción. Si lo leéis, os propongo que lo hagáis conmigo y definamos nuestra posición. Es por tratar de comprender las cosas, que parece todo bastante difícil.
Imaginad que a las próximas elecciones, enfervorecido un sector por el nacionalismo español despertado, el UpE (Unidos por España) y C's (Ciudadanos) se presentan en coalición a las elecciones con un punto en el programa electoral: suprimir las Comunidades Autónomas y recentralizar el Estado. Esta coalición toma el nombre de ¡VE! (¡Viva España!). En las teles explican que lo hacen porque España es la nación más antigua del mundo, con más de 500 años (aunque un pequeño sector opina que tiene como 40 o 50 siglos y que ya el apóstol Santiago al poner la primera piedra dijo que España era una y debía permanecer unida). El UpE es el partido que ha sustituido al PP en 2019 tras la primera condena al partido por financiación ilegal. Básicamente: los mismos pero con otro nombre. Mientras se disuelve han dejado de administrador en el PP a Álvarez Cascos, que ha vuelto. El candidato es Rajoy, por cierto. Hay sospechas fundadas sobre la financiación del partido durante su largo mandato, pero él sigue.
Bueno. La prensa de Madrid está como loca. Que España demuestra lo mejor en su unidad, que hemos intentado descentralizar el Estado pero que ha fracasado. Que mientras gobiernen partidos nacionalistas en las Comunidades va a ser imposible que tengamos un proyecto común... El PSOE (que ahí resiste) se opone: reforma de la Constitución, sí, pero suprimir las Comunidades Autónomas a la torera, no. Eso generará muchos más problemas y, desde luego, no se puede hacer sin la mayoría preceptiva en las Cortes. Ganar unas elecciones no te da derecho a todo.
En Barcelona, Sevilla y Bilbao hay gran revuelo. Lo que UpE y C's proponen es ilegal y no puede hacerse. El president de la Generalitat, Artur Mas, le dice a Rajoy que está dispuesto a dialogarlo todo, pero ha de renunciar a esa supresión de las autonomías, porque es inconstitucional. La posición de Pudimos no acaba de entenderse. No en vano lo dominan en la sombra Monedero y el general Rodríguez (que ha sido JEMAD, ya sabéis). Votarán que no, pero por principio no se oponen a un referéndum. Esto os puede sonar un poco raro, pero es que ha habido mucha presión mediática.
Presión mediática hasta tal punto, que cualquiera que no esté a favor de ese referéndum es considerado un antidemócrata. Es que esto no va de la unidad de España, va de democracia.
El caso es que antes de disolver las Cortes, ya Rajoy había convocado un referéndum, que llamó consulta, para la supresión de las autonomías. Recurrido por la Junta de Andalucía (presidida por Pedro Sánchez) el TC lo declaró inconstitucional. Razonó el TC (aunque hubo muchas voces discrepantes) que el referéndum era una reforma encubierta de la Constitución. Que ponía en riesgo la estructura misma del Estado y que esta podía someterse a votación, sí, pero mediante un procedimiento de reforma constitucional. La vicepresidenta segunda del Gobierno, y secretaria general de UpE, Rosa Díez, anda bastante excitada. Dice que el régimen del 78 es un candado para España, una nación milenaria que no nació precisamente con la Constitución. Dice, y Juan Carlos Girauta, que manda en Ciudadanos está de acuerdo, que las autonomías se han hecho con el poder apoyadas por los medios de comunicación y las oligarquías locales. Que son un lastre para el progreso, que los ciudadanos ya no somos iguales y libres.
El paro viene subiendo de nuevo desde 2017. Precisamente UpE dice que sube porque la declaración de Independencia de aquel año espantó el turismo y la inversión hasta un punto nunca antes visto. Pero no se habla mucho del paro ni de las nuevas políticas de ajuste. Solo Hubiéramos o Hubiésemos Podido, una escisión españolista de Pudimos, saca el tema a relucir en el Congreso y en la calle. Existe en general cierto consenso en que la Declaración de Independencia de Cataluña (sic) de 2017 fue un error que ha despertado todo un proceso de españolismo. Mas es una máquina de hacer españolistas, dicen desde Pudimos.
Bueno, pues eso. Tras una larga campaña electora se han celebrado elecciones. El cabeza de cartel de ¡VE! ha sido Alfonso Guerra, seguido de Rosa Díez y María San Gil, pero el candidato real va de número 5 y sigue siendo Rajoy. Me diréis: qué chorrada, una cosa así no es posible. Pues, sí, sí, como lo cuento. La campaña ha sido muy cruda. Pero ¡VE! (recordemos, la coalición entre UpE y C´s) ha logrado trasladar su principal mensaje: las autonomías están robando a los españoles. Son estructuras parasitarias que solo sirven para alimentar oligarquías locales. Y lo que se pretende no es nada más que DEMOCRACIA, que el pueblo hable.
Al PSOE casi no se le ha visto en campaña. Ha presentado de candidato a Rafael Simancas y no ha rascado mucha bola. Por Confluyendo Pudimos Cambiar las Confluencias de Podemos se ha presentado Ignacio Murgui, que no era muy conocido. No ha ido muy bien. Y Hubiéramos o Hubiésemos Podido, que en realidad presenta como gran activo a Carolina Bescansa, ha presentado como cabeza de cartel a Jorge Verstrynge. El tío tiene labia y no les ha ido mal. Es más: les ha ido bien.
No os hago esperar más: ¡VE! ha conseguido 155 escaños. Pero... Hubiéramos o Hubiésemos Podido (HoHP) ha conseguido nada más y nada menos que 35 escaños. Un muy buen resultado. Suman la mayoría absoluta del Congreso. El caso es que la sensación es agridulce. En votos suman el 47,5% y en escaños no llegan a los 2/3 requeridos para cambiar la Constitución. Esa misma noche Vestrynge reconoce que no ha sido posible. Por cierto, a lo mejor os sorprende que haya vuelto al españolismo; es voluble. En Cataluña, Valencia, Aragón, Andalucía y El País Vasco ¡VE! no ha tenido buenos resultados. Pero en el resto de España ha arrollado. En Galicia y Murcia ha llegado al 65% de los sufragios.
Los meses siguientes son de aúpa. ¡VE! y HoHP deciden tirar para adelante. Dicen que han ganado las elecciones con mayoría absoluta. Rosa Díez es elegida como presidenta del Congreso. La prensa de Madrid está como loca. !MANDATO! !MANDATO! van gritando. El 12 de octubre ha sido apoteósico. Sociedad Civil Española, que ha pasado a dirigir Toni Cantó, y la Asamblea Nacional Española (es una asociación corriente), presidida por Antonio Resines, han organizado una gran marcha cívica y pacífica de Badajoz a Ciudad Real. Éxito. Dicen que España es un gran pueblo. Que España merece elegir su destino. Que España es una. Que mejor que la Unión Europea no se oponga porque solo España decide su organización interior. ¡Queremos votar!, gritan.
La gente la verdad es que está contenta. Todo va un poco mal desde el punto de vista material. Pero por fin ha surgido una oportunidad para cambiar España, para construir un nuevo país centralizado desde cero, para demostrar al mundo lo que España es. La Generalitat y el Gobierno Vasco andan preocupados, pero creen que todo es broma. Que no serán capaces. Que no es posible. Cuando llegue la hora de la verdad, piensan, se echarán para atrás. Creen que en realidad solo quieren quitarles unas pocas competencias. El PSOE y Pudimos creen más o menos lo mismo. Aunque en ambos partidos hay gente dispuesta a apoyar una reforma de la Constitución para votarla en referéndum.
El caso es que no se sabe cómo, las cosas comienzan a acelerarse. HoHP apoya firmemente la reforma de la Constitución pero en asamblea interna y tras una votación de 32672 síes contra 32672 noes, decide finalmente no apoyar la investidura de Rajoy. Dicen que por ahí, no. Y cuando parece que todo va a fracasar... Rajoy cede. Son muchas las presiones. Rosa Díez le dice que piense en España. Resines y Toni Cantó le amenazan con llamarlo traidor en la gala de los Goya. María San Gil se presenta en Moncloa... Rajoy abandona. Y en un giro inesperado de los acontecimientos... ¡elige de presidente al alcalde de Soria! El alcalde de Soria es un señor que pasaba por ahí pero que ya formaba parte de la Fundación para la Defensa de la Nación Española antes de que se fundara.
Pues nada. Rosa Díez de presidenta del Congreso. El alcalde de Soria de presidente del Gobierno. Vestrynge apoyando a un Gobierno de UpE y C's. El PSOE y Pudimos contemporizando. Mas, Urkullu y Sánchez a lo suyo en Barcelona Vitoria y Sevilla ¿Qué podría salir mal?
(Aclaración: máximo respeto a la ciudad de Machado y su olmo viejo. Lo que pasa que por aquellos tiempos tenían un alcalde... bueno, un alcalde... muy suyo).
El caso es que el paro no va bien, la reforma laboral se endurece, la ley de arrendamientos se retuerce contra el inquilino, la ley del suelo se reforma para liberalizarlo... Toda la economía va mal, pero... un fondo buitre va a construir Hispania's World junto a Marina D'Or. Y os diréis, ¿pero todo esto la gente lo apoyará? Pues sí. El movimiento españolista dice, y enseña números, que suprimidas las autonomías habrá suficiente dinero para subir las pensiones y duplicar la inversión en la ley de dependencia. Los medios de comunicación están como locos dando vivas a España. En las universidades siguen escribiendo sus papers. Pudimos y PSOE andan un poco perdidos ante esta reacción del pueblo.
El caso es que de pronto parece que UpE ha cambiado, que ya no es ese PP de Bárcenas y las comisiones. Ahora en el Congreso aprueba leyes buenas! El único inconveniente es que legisla sobre cosas que no está muy claro a quién competen. Ordena a las Comunidades que no gasten en "chiringuitos" (sic) e inviertan en prestaciones sociales. Algunos sectores empresariales están preocupados por la incidencia de estas nuevas leyes... Pero en realidad no tiene de qué preocuparse. El TC tumba una tras otra todas las leyes por cuestiones competenciales. El Estado no puede legislar sobre todo eso. No nos engañemos: la justicia frecuentemente tiende a hacer su interpretación beneficiando al statu quo.
Tras una buena trifulca cuya explicación me ahorro porque se está haciendo tarde y me enrollo con facilidad, el Gobierno de ¡VE! se saca de la manga una idea que parece loca: como no tiene votos para reformar la Constitución, organizará un referéndum de supresión de autonomías. Puede imaginarse que no lo podrá hacer, porque el TC ya lo rechazó en la legislatura anterior y solo admite una reforma de la Constitución, pero van para adelante. HoHP exige al Gobierno que no se corte. Que no mire nada, que vaya para adelante.
En este punto es muy posible que no entendáis la posición de HoHP. ¿No eran tan de izquierdas? ¿Y apoyan a ¡VE!? os preguntaréis. Pues sí. Porque dicen que un Estado centralizado podrá contrarrestar con su peso a la Unión Europea liberal y estará más cerca de un Estado socialista. (A ver. Que todo el mundo sospecha que no se lo creen ni ellos... pero...). UpE y C's tratan a HoHP un poco como a los locos. Pero los locos, que son en realidad gente competente, lo va llevando todo hacia ese nuevo referéndum.
Todo el mundo cree que al final nada. El PSOE ya se prepara por enésima vez para una reforma constitucional. Pudimos pide regresar al eje social. Rajoy tiene al alcalde de Soria al borde del precipicio pero no se sabe si para lanzarlo por él o para evitar que caiga. La prensa ya se prepara para titular que ha sido todo un fracaso. No se sabe exactamente de quién, pero un fracaso. Se aprueba la ley del referéndum (si os explicara cómo se aprueba, a la brava, no lo creeríais, pero así es, lo aseguro). Se aprueba la ley del referéndum y...¡el TC lo suspende! Sigue empeñado el TC en que un referéndum de reforma constitucional sin abrir la reforma constitucional no es legal. Que se necesitan dos tercios y un montón de cosas más. Que de ahí no se mueven.
Se me ha olvidado un dato importante: Al TC el referéndum lo ha recurrido la Generalitat. Que dice la Generalitat que solo el sujeto constituyente puede mediante los cauces reglamentarios reformar la Constitución. Que en el 78 se aprobó por amplia mayoría en Cataluña. Que dice la Generalitat que votar, vale, que está muy bien votar. Pero que ya se vota cada 4 años. Que la Generalitat tiene larguísima historia. Que solo el sujeto constituyente puede decidir sobre ella. Que para que haya verdadera democracia hay que cumplir la LEY.
El Gobierno de España dice que sigue para adelante. Que le da igual lo que digan la Generalitat, los vascos, los murcianos y el TC. Que tienen un MANDATO ganado en las urnas. La prensa se va dividiendo, pero en Madrid sigue contenta... La Generalitat recurre al Supremo. El Supremo (las asociaciones de jueces habían estado calladas, por cierto), le da la razón a la Generalitat. El referéndum para suprimir las autonomías es inconstitucional según el TC y debe ser detenido. Bueno, bueno, bueno, qué follón.
No os doy detalles porque para qué os voy a preocupar ahora con el futuro. Pero se producen registros, se prohiben urnas, la Generalitat y la Ertaintza lanzan a los mossos a confiscar papeletas... Mucha gente en España anda muy pero que muy preocupada. Parece que algo se avecina, algo no muy bueno...
Pero el caso es que el movimiento españolista es fortísimo. Todo está repleto de banderas españolas con un escudo nuevo que simboliza el nuevo Estado. Los ayuntamientos de ¡VE! cuelgan esta nueva bandera de sus mástiles... Hay en ese movimiento una enorme ilusión por un futuro de esperanza en esa nueva España unida y fuerte de ciudadanos libres e iguales desde la que luchar contra las injusticias. Lo ven clarísimo. Esa nueva España está a tocar. Y por los ciudadanos que no lo ven (incluidos, claro, los independentistas, que están que trinan con todo esto) ellos ponen el doble de fe. Saldrá bien. Estamos haciendo algo histórico.
¿Y los españoles que no comparten ese entusiasmo? La verdad es que esto es delicado. El españolismo cree que hay una única manera de entender España, incompatible con las autonomías, y que los españoles tienen derecho ahora a votarlo. Les dicen a los nacionalistas vascos, catalanes, gallegos, aragoneses, valencianos, y en general a todos los que no comprenden lo que está sucediendo... ¡Pero por qué no queréis que votemos! ¡Pues votad no!
La verdad es que están pletóricos. Ofrecen cosas nuevas. Y hacen cosas un poco raras. En los partidos de fútbol cantan el Que viva España de Manolo Escobar en el minuto 18:12. Por la Constitución de Cadiz. Lo que vendrá es increíble. Caceroladas, manifestaciones, tensión en el Parlamento, actos de todo tipo, carteles prohibidos a instancias de la Generalitat, el Estado burlando a cada paso el Tribunal Constitucional... No lo podéis imaginar.
Y así llega el día más triste de esta historia, aunque los españolistas lo considerarán después el día en que España despertó e hizo frente a las oligarquías locales que la estaban destruyendo. El día del referéndum. En una serie de muy astutos pasos, el Gobierno de España y buena parte del pueblo español, desde abajo, pone las urnas contra el Tribunal Constitucional. Sin Junta electoral, sin campaña, sin garantías... Pero nadie cuestiona nada.
Hay que recordar nuevamente, porque si no no se comprenderá, que al mando de todo esto está Rosa Díaz, un exalcalde de Soria muy suyo elegido por Rajoy, Toni Cantó, Antonio Resines y María San Gil. Representan a buena parte de ese pueblo español entusiasmado. Pero con la gente de HoHP comparten algo importante: Quieren alegría. Quieren mambo. Que pase algo. Lo que sea. Algo que rompa el candado del 78. Desde la DUI de 2017, dicen, no hay verdadera Constitución en España. El pueblo debe votar y comenzar de 0.
El Supremo ordena el despliegue de la policía para pararlo todo. La Generalitat y la Ertaintza incluso mandan efectivos en autobuses decorados a Guadalajara y Teruel. La Gene avisa: en Catalunya un referéndum ilegal para suprimir las instituciones catalanes no se va a celebrar. La alcaldesa de Madrid está perpleja por todo lo que está pasando. Pero ella, y buena parte de Pudimos, se deja arrastrar por el ambiente. El referéndum no es un referéndum. Pero es una movilización del españolismo que respetamos. Pero no tendrá efectos. Pero votaremos. Al final el pueblo español en un ejemplo impresionante de autoorganización vota. El Estado ordena a la Policía y a la Guardia Civil que contemporice. Que haga caso al Supremo, pero poco a poco. La Generalitat y el Gobierno vasco, en cambio, que están asustados porque se ven amenazados (creen que realmente el Gobierno de España puede suprimirlos para siempre) da órdenes a los mossos y a la ertzaintza para que cumplan lo ordenado por los jueces. Es un día muy triste. Los mossos y la ertzaintza, que han demostrado en huelgas y manis cómo funcionan los antidisturbios, cargan aquel día desproporcionadamente contra los españolistas q pacíficamente han organizado todo. Hieren a personas, golpean, dañan muebles... Un desastre
Llegados a ese punto, ya no sabemos por qué, la gente no se entiende. Nacionalistas y regionalistas catalanes, vascos, gallegos, valencianos..., se sienten amenazados por la supresión de sus estatutos. Los españolistas creen que es una nueva demostración del mal de las autonomías.
Todos tienen sus razones (el narrador es un maldito equidistante. O un catalanista. O un españolista) pero ya no se entienden. Lo que sigue después es surrealista.
Las multinacionales creen que la Unión Europea puede expulsar a España por suprimir instituciones elegidas democráticamente y actuar contra los tribunales y cambian sus sedes para no afrontar castigos arancelarios. Al final, tras muchas cosas que no puedo contar por no enredar aún más la historia, el exalcalde de Soria anuncia la firma del decreto de supresión de las autonomías. La tensión es insoportable. La Generalitat lidera las protestas. El Gobierno de España dice que así lo han elegido los españoles. Todo el mundo queda conmocionado.
Bueno, para desengrasar os diré que después se demuestra que lo que ha firmado el exalcalde de Soria es una receta de cocina de su madre. Es que ningún periodista se fijó en lo que decían los papeles. Y todo muy mal y todo un desastre. Ya os he dicho que soy equidistante. No os digo más para no dejar el futuro demasiado atado. ¿A que hace mucho que no hablo de paro, recortes, especulación, alquileres, sicavs, fraude fiscal, incendios forestales, emisiones contaminantes...?"