Tenía un negocio de pieles finas en Madrid, pero conoció a una mexicana y decidió pescar tortugas y tiburones en Oaxaca. Levantó una empresa, pero se la quitaron. Invirtió todo su capital en dos barcos atuneros, pero tuvo que irse a África para sobrevivir. Finalmente, regresó y construyó una compañía que vende 5,000 mdp al año. Ésta es la historia del hombre que, a sus 72 años, quiere reconquistar los mares.