"La suposición es la madre de todas las cagadas"
Con esa sentencia nos obsequiaba uno de los personajes de la peli de Guy Ritchie.
Pero no me refiero con el título a la mitología de la calle o ninguna noción similar, me refiero a las diferentes mitologías clásicas, académicas: griega, romana, nórdica...
El otro día curioseba los atributos de Odín en la wiki, y por cierto, recuerdo que había un chaval en mi escuela con ese nombre, parece que con un nombre así en la vida sólo te pueda ir o muy bien o muy mal.
Volviendo a las deidades, Odín presenta un perfil que parece ambivalente: dios de la sabiduría, la guerra, la muerte pero también de la poesía y la caza, padre de todos...
Y es esposo de Frigg, diosa de la fertilidad, el amor, la casa y también de la sabiduría. Y en cada hombro, un cuervo: pensamiento y memoria.
Pero sigamos por otra parte, tomemos por ejemplo a Baco, dios romano del vino, el heredero del griego Dionisio. Y veamos el parentesco de sus atributos: el vino es pues hermano del fuego y los oficios (Vulcano), de la elocuencia y la comunicación (Mercurio), y de la verdad y las artes (Apolo) e hijo del princpal dios (Júpiter) y la pasión (Stimula).
Volviendo a Odín, es hermano de la emoción y la inteligencia (Vile) y del habla y los sentidos (Ve).
Tal vez sea evidente para muchos y esté descubriendo la sopa de ajo, otra vez, pero a estas alturas no es difícil advertir en esta pequeña introducción a las mitologías que las relaciones familiares entre dioses, antes que vínculos de sangre, lo que establecen es relaciones entre conceptos de modo alegórico. Las jerárquías dan alguna pista al respecto y cuentan la historia del mundo. Más curioso si cabe es que culturas en principo distantes e inconexas hayan seguido idéntico procedimiento a la hora de codificar su visión y concepción de la vida, desde los vikingos a los hindúes pasando por los egipcios.
Es una forma de transmitir conocimiento y fijarlo en la memoria mediante un árbol genealógico que sin duda proviene de la tradición oral. Es el dedo que señala a la luna y pareciera que tal vez hoy miramos sólamente el dedo.
Así, de la belleza (Afrodita) y la guerra (Ares) nace el deseo (Ares), aunque parece que es un caso de paternidad cuestionada. Las diferentes mitologías por lo tanto encierran a través de supuestos vínculos de sangre una manera de ver e interpretar el mundo además de ser en cierto modo la telenovela del momento, tal como se expresa en el titular de un artículo publicado en Jotdown: "Sexo aberrante y familias disfuncionales en la mitología griega". Sería una tragedia griega que al acercanos a la mitología no viéramos más allá de eso.
En algún momento, probablemente siempre, la tradición oral se deforma hasta desfigurar el mensaje encriptado, vertiendo con ello sus enseñanzas en el olvido.
Así, volviendo a la suposición, madre de todas las cagadas, cabe suponerla como hermana de la desidia y la ignorancia. ¿Y el padre? Sin duda la soberbia. Supongo.