Hace algunas semanas, paseando por los lineales de la conocida cadena de supermercados y quizás influenciado por el inminente advenimiento de las fechas navideñas se me ocurrió darme un caprichito. Paseaba distraído, como buen incauto, por uno de sus establecimientos, que no frecuento demasiado, cuando me sorprendieron unos suntuosos langostinos pelados en un bote al razonable precio de unos 3€. Listos para comer, como el pulgar de Romay de gordos por lo menos, espectaculares y a buen precio, y como hay ofertas que uno no puede rechazar me hice …