La inauguración de la primera estatua en honor de Iván el Terrible, zar que es comparado con el actual presidente, Vladímir Putin, desató una guerra entre los que lo recuerdan como un tirano sanguinario y los que lo consideran el fundador del moderno Estado ruso.
“Tenemos un gran presidente, el más poderoso, que hizo que el mundo respete a Rusia, como en su momento hizo Iván el Terrible”, dijo Vadim Potomski, gobernador de Oriol, al inaugurar la estatua en la capital regional.
“Iván el Terrible fue un tirano. Al respecto, hay un consenso general entre los historiadores. No conozco ninguna región rusa donde tenga una imagen positiva”, aseguró a EFE Kiril Samoilov, profesor de historia en la Universidad de Veliki Nóvgorod.