Como muy acertadamente ha señalado Belén Barreiro en diversos foros, gran parte del debate actual se centra en un conflicto entre élites y ciudadanos. Estos últimos perciben que sus élites no sólo no les representan, sino que además consideran que las élites son unas privilegiadas. Para los ciudadanos, sus representantes políticos y el poder económico no han sufrido la Gran Recesión como el conjunto de la población. Además, creen que son impunes. La realidad, lamentablemente, parece estar dando la razón a los ciudadanos.
Comentarios
Élite no, casta.
Me parece que la entradilla no hace justicia al contenido del artículo, que es bastante crítico, y no se limita a repetir lo que hemos oído un millón de veces.
Tiene razón en que con el método de primarias abiertas, Podemos ha hecho un poco de trampa y ha dado la razón a quienes se oponen a este tipo de proceso de selección: al final, el más famoso es el que gana.