Lo que queda claro es que, en este debate central sobre la constitución económica europea, dos ideas claman por su ausencia: democracia y solidaridad. Es sumamente dudoso que el reciente plan de recuperación de Merkel y Macron, anunciado en parte en respuesta a la sentencia del 5 de mayo, sirva para devolverle a estas ideas su vigencia, por mucho que quizás sea un paso en la buena dirección. Para la des-constitucionalización de las políticas de austeridad hace falta algo más: una reforma profunda de los tratados.
Comentarios
Alemania -no su gobierno- abriendo la puerta a que Polonia y Hungria hagan lo que les salga, europa esta poniendose interesante.