Los ciberdelincuentes han aprovechado el coronavirus como gancho, ofreciendo información sobre una posible vacuna o sobre las zonas de propagación, para enviar correos destinados a las robar contraseñas del usuario o para introducir malware en sus equipos. A finales de enero, investigadores de IBM descubrieron correos destinados al phishing o robo de contraseñas en algunas regiones de Japón. Los mensajes aludían a la enfermedad pero solo eran la maniobra para introducir un popular troyano, Emotet.