Los vecinos de Oreña se despertaron ayer de la siesta con el estruendo de un disparo. A las cuatro de la tarde una persona entraba en la vivienda más alejada de la carretera. Era un cuñado del propietario, que antes de llegar allí había explicado a los vecinos que iba a hablar con su familiar sobre una herencia. Todo apunta a que la discusión fue por mal camino y que el vecino zanjó la disputa disparando a su cuñado con una escopeta. Los médicos no pudieron salvar el brazo de la víctima, que tenia alojados 200 perdigones en el codo
Comentarios
#0 Ayyyyy! Cuñaooooooooooooooooooooooooooooo que has caido en un medio AEDE!!!
Pues soy yo y prefiero que se infecte a vivir mutilado por culpa de alguien que podrá seguir viviendo con los dos brazos.
Además, la medicina y los médicos me dan cada vez más asco.