Víctor de Aldama celebró su primer mes en libertad condicional disfrutando de una de sus aficiones favoritas, la caza de ungulados. Invitado por un abogado hispanoamericano, acudió este jueves a una montería exclusiva organizada en la finca El Santo, ubicada entre las localidades madrileñas de Aldea del Fresno, Navas del Rey y Chapinería, donde en compañía de otros participantes abatieron ciervos de gran porte y muflones, cuyos cadáveres a los pies del corruptor del caso Koldo son visibles en la fotografía que ofrece en exclusiva la Cadena SER.