El eje franco-alemán es cada vez peor, y cuando Draghi hace sus recomendaciones, ya no está claro a quién se dirige. De hecho, la Unión Europea se ha construido -como lógica de tratado y como configuración institucional- sobre la base de recomendaciones impuestas por Alemania y apoyadas por Francia. En ausencia de líderes fuertes en estos dos países, es difícil imponer algo a los otros 25 miembros sin tener que regatear para ello. Y ahora, ya sea en Berlín o en París, todo son líderes menos sólidos. De hecho, el futuro próximo promete figuras..