Hace dos semanas abordamos el trastorno histriónico de personalidad en la mujer y muchas personas escribieron que no se trataba de una patología sólo femenina. No se equivocaban. Dejábamos la segunda parte, la masculina, para este artículo. Este trastorno adquiere en los hombres rasgos diferenciales. De la misma manera que en la mujer la dramatización o teatralización emocional conduce a una hiperfeminización de su conducta, en el hombre genera la hipermasculinización de ésta.
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El trastorno del SPAMMER: @versel