Una investigación demuestra que existen “diferencias significativas en las características moleculares” de los consumidores de hace siglos. Analizando restos óseos humanos que datan del siglo XII, un grupo de investigadores de la Universidad de Leicester ha descubierto que este producto deja un registro metabólico en el hueso cortical humano (el tejido que forma la capa externa de los huesos y proporciona fuerza ósea) que aún es rastreable después de largos períodos de tiempo.
Comentarios
Ni muerto van a poder fumar tranquilos
La foto para la cajetilla va a ser épica
El de la izquierda parece mi abuelo
Después de muerto la ceba al rabo. Que se lo hubiesen dicho antes.