Basado en la tecnología de ARN mensajero, actúa sobre genes concretos y puede evitar la producción de la proteína que eleva el colesterol.
El objetivo es prescribirlo principalmente a pacientes que sufran una enfermedad genética que les produzca un exceso de colesterol sanguíneo, o bien a pacientes que ya han sufrido un infarto de corazón o un accidente cerebrovascular y no han respondido bien a fármacos como las estatinas.
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