En cuanto al color y la textura del moco es importante indicar que “el único moco no infectado es aquel que es claro, transparente o blanco”, informa José Miguel Rodríguez González-Moro, jefe del Servicio de Neumología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, en Madrid. Cuando el moco cambia de color y se transforma en verde, amarillento o de otra tonalidad “es un indicativo de infección”. Hay que tener en cuenta, además del color, el olor. “El moco no huele y si lo hace es porque también hay un proceso infeccioso.
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