La procrastinación puede sacar lo mejor de nosotros. A veces parece más fácil posponer algo que quitarlo del camino. Para aquellos que esperan que los procrastinadores crónicos cumplan, el dilema es cuál es la mejor manera de alentarlos a hacerlo a tiempo. Un nuevo estudio ofrece algunas sugerencias. Si bien los plazos más breves tenían más probabilidades de ver resultados que los plazos más largos, la mayoría de las respuestas se entregaron cuando no había ningún plazo.
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Los plazos cortos fueron preferibles a los más largos: el 6,6 % de los que estaban en la condición de una semana completaron la encuesta en comparación con el 5,5 % en la condición de un mes. Probablemente, esto no sorprenda a los procrastinadores crónicos: una fecha límite inminente suele ser un factor clave para que el trabajo finalmente se haga.
Lo que podría ser más sorprendente, sin embargo, es que aquellos que no tenían fecha límite tenían más probabilidades de responder que aquellos en cualquiera de las dos condiciones, con un 8,3 % que devolvió la encuesta. Entonces, de todas las opciones, no tener una fecha límite fue la más fructífera en términos de obtener resultados.