La relación de los estadounidenses con el alcohol recuerda bastante a la que vimos en una de nuestras primeras entradas con respecto al juego. De entrada, el consumo de estas bebidas y su tolerancia social y legal fluctúa notablemente según el lugar en que nos encontremos, localizando condados donde está terminantemente prohibida la venta de alcohol y Estados enteros donde no existe ni la más mínima restricción.