Ante esta ferocidad del consumismo acelerado han surgido distintos modelos que buscan recuperar el espacio para la reflexión y la pausa. Es el caso del movimiento “Slow Reading” cuya misión es invitar al lector a olvidarse del ritmo vertiginoso por unas horas. El proyecto nació en Nueva Zelanda. Su propuesta es reunir a lectores de cualquier edad en un sitio relajado para leer unas horas sin ningún elemento tecnológico.
"Slow Reading" también podría ser un club de repetidores de la ESO. La gente con hábito de lectura no lee despacio precisamente, a no ser que sea un tratado de filosofía alemana del s.XVIII.
Comentarios
#0 4 de tus 10 noticias enviadas son de este medio: varía más tus fuentes. Se puede considerar spam.
#2 se puede considerar este artículo como una "noticia"?
Me parece una idea genial.
"Slow Reading" también podría ser un club de repetidores de la ESO. La gente con hábito de lectura no lee despacio precisamente, a no ser que sea un tratado de filosofía alemana del s.XVIII.