Corría el año 2014 cuando Dario Franceschini, ministro de Bienes Culturales y Turismo de Italia, retomó la idea del arqueólogo Daniele Manacorda para darle al Coliseo Romano una arena. Mucho ha llovido desde entonces, pero finalmente se ha conseguido resolver el proyecto y no de cualquier forma, sino con un sistema de suelo retráctil y giratorio que permitirá no solo pasear por la arena, sino ver la planta inferior desde ella y protegerla.
Comentarios
Puf, habrá que sanear...
#1 Pues si hay que sanear... Se sanea.