Como toda historia de misterio que se precie, esta comenzó con un cadáver, pero este cuerpo en cuestión medía aproximadamente 7,3 metros de largo.Los restos aparecieron varados en la orilla en junio de 2014, en la comunidad de la isla Saint-George, parte de las islas Pribilof (Alaska), un pequeño oasis de rocas y hierba en medio del mar de Bering. Un joven profesor de biología encontró el cadáver del cetáceo parcialmente enterrado en la arena, en una playa desolada y azotada por el viento.
|
etiquetas: alaska , ballena , nueva especie