Las posibilidades que se barajan están enfocadas hacia la prevención del ictus, lo que podría lograrse con alimentos probióticos que refuercen los microorganismos beneficiosos para este tipo de enfermedades, la implementación de dietas adecuadas o incluso la aplicación de trasplantes fecales para pacientes que hayan sufrido un infarto cerebral.
Comentarios
Medio AEDE
¡Actimel!