Orwell, en ‘1984’, advierte que seremos vencidos por la opresión impuesta exteriormente. Pero en la visión de Huxley, en ‘Un mundo feliz’, no se requiere un Gran Hermano para privar a la gente de su autonomía, de su madurez y de su historia. Según él lo percibió, la gente llegará a amar su opresión, y a adorar las tecnologías que anulen su capacidad de pensar.