Hace 2 meses | Por ccguy a arstechnica.com
Publicado hace 2 meses por ccguy a arstechnica.com

La muerte estaba por todas partes. Los cadáveres de animales cubrían el paisaje y se hundían en la charca local mientras la ceniza arrasaba todo a su paso. Para algunos, la muerte fue rápida; para otros, lenta y dolorosa. Esta fue la escena tras una erupción supervolcánica en Idaho, a unos 1.600 kilómetros de distancia. Fue una erupción tan potente que arrasó el propio volcán, dejando un cráter de 80 kilómetros de ancho y arrojando nubes de ceniza que el viento transportó a grandes distancias, matando a casi todo lo que la inhalaba.

Comentarios

tsumy

El día que vuelva a explotar destruirá de nuevo el continente norte americano casi en su totalidad (y el clima del resto del mundo). De nuevo disfrutarán de los resultados lo que venga millones de años después.

Somos nada.

Magog

#1 muchas veces veo a los subnormales engreidos que fardan de vida, a los contaminadores de opinión y mierdas similares y pienso en tu frase final