Publicado hace 4 horas por blodhemn a viajes.nationalgeographic.com.es

La Torre de Belém comparte protagonismo en el barrio homónimo con el Monasterio de los Jerónimos, el Monumento a los Descubridores y los pastelitos de crema más famosos de Lisboa. En el barrio de Belém, antaño y ahora la puerta fluvial a la ciudad, se erige la atalaya de la Torre de Belém, uno de los emblemas de Lisboa. La Torre formaba parte de un sistema defensivo creado en época del rey Juan II de Portugal (s XVI) para defender el estuario del Tajo. El monumento está declarado Patrimonio de la Humanidad junto al Monasterio de Los Jerónimos.

Comentarios

i

La verdad es que es una excursión obligada en Lisboa: el entorno está bien cuidado, es fácil llegar y los pasteles son incomparables - ¡merece la pena la cola!