Un simple coche restaurante de los ferrocarriles franceses se convirtió en testimonio del fin de la Gran Guerra y de una venganza algo más de veinte años después. Primero fue el 11 de noviembre de 1918, y en el mismo lugar, un segundo, el 22 de junio de 1940. Propiedad de la Compagnie Internationale des Wagons-Lits, el coche comedor CIWL 2419 D, fue construido en 1914 en Saint-Denis y su uso era para que los viajeros adinerados disfrutaran de selectos menús mientras viajaban de París al lujoso balneario de Deauville.
Comentarios
Siempre es interesante la historia del vagón, hubiese sido una verdadera reliquia de museo si no fuese porque Hitler la mandó destruir para que no volviese a usarse… Imagino, viéndose el ahí y como responsable de millones de muertos.
En sin novedad en el frente logran muy bien cómo podría haber sido el primer armisticio en esos escasos metros cuadrados.
Si ganas una guerra no humilles al enemigo o tendrás otra aun peor muy pronto.