EL CIRCO
El circo fueron nuestras grandes ideas y esperanzas. Casi siempre hemos ido tirando de él para que no se desmadre la cosa. La religión llamaba a la serena aceptación de nuestra miseria en esta vida prometiendo a cambio una situación mucho mejor en la otra, el liberalismo prometía una situación de riqueza futura con términos cursis como el "american dream" (no mucho peor que el "welfare state" de la socialdemocracia), el socialismo postulaba futuros eventos emergentes como la "conciencia de clase" que llevarían a una revolución donde todo el mundo tendría pan. Generaciones de pobres se han machacado mansamente sin poner en peligro los sistemas en pos de esos mitos esperanzadores. La casta de intelectuales (sacerdotes, showmans, youtubers, etc) agitaban el circo delante de la plebe y el sistema se mantenía a base de carne de cañón convencida. Pero el circo se nos desintegra ¡Tenemos demasiados youtubers!. La gente mantiene la religión como si fuera una pieza de arte antiguo, no creen en sus relatos ni en su doctrina, con el socialismo ha pasado otro tanto, últimamente sirve para poner pegatinas de estrellitas doradas en los patinetes eléctricos, y los sueños liberales de prosperidad individual son arruinados por cualquier tosecilla del planeta.
Ahora nos quejamos de los bulos, pero eso es porque tenemos formación y medios para reconocerlos e interés y posibilidades para combatirlos. Antiguamente con pocos medios de comunicación controlados por muy pocos, sin herramientas de conocimiento instantáneas y mediante lo efímero de la oralidad la gente los propagaba mucho mejor, y de esa manera se formaban los mitos y se establecía el circo. En aquellos entonces calaban bulos muy naifs como que un monarca motero apatrullaba la ciudad ayudando a automovilistas en apuros, o que había sido elegido democráticamente, incluso que paraba golpes de Estado. Entonces pudimos elevar al rey a un estado de casi santidad. Ahora sabemos que es un golfo millonetis, y el nuevo rey poco más que un youtuber de escaso éxito. Y nos pasa a todos. Hoy en día escribes un artículo diciendo como son las cosas e inmediatamente aparecen un montón de cuñados cuestionándolo ahí debajo ¡Tenemos demasiados cuñados! La sempiterna tía del wasap no puede hacer correr los bulos con tranquilidad sin que surja un sobrino avisando de que ha enviado información falsa. El sustrato donde se ha de fijar el mito lo cuestiona todo, y de esa forma somos incapaces de crear un circo con el que tener aglutinado a su alrededor a un colectivo manso y colaborador.
EL PAN
Pero también se puede mantener un sistema repartiendo bocadillos. Esto no parece tan épico como lo que nos cuentan las leyendas cristianas, liberales o socialistas, no habrá un Che, un Tony Stark o un San Epifanio de Antioquía en la construcción del circo posterior en los términos de sus relatos heroicos, pero a la antigua Roma no le fue tan mal, de entre los pueblos que la rodeaban Roma era de lo mejor que había en su momento, allí el cura annonae, repartir pan entre la plebe, se mantuvo a lo largo de casi toda su historia y es de suponer que fue apoyo y herramienta de agentes políticos. Y cuando digo pan, digo euros en forma de renta básica universal, ahí tenemos una idea desde la que se puede "hacer pueblo" y por lo tanto "sistema" frente al caos y la barbarie. Lo único que puede funcionar a un nivel similar sin hacer tanto gasto, además de los restos de los sueños liberales que se comerá el virus, es el nacionalismo. Sin embargo usar nacionalismo demasiado tiempo es como tratar de nutrirse sólo de vodka, te deja ebrio y enfermo, como mucho te hace el apaño en una guerra, otro circo en el que tampoco quiere meterse nadie.
Parece ramplón mantener aglutinado al pueblo a base de euros, sin embargo colectivos importantes a la hora de defender sus sistemas y generar ideología han crecido desde materias y situaciones muchisimo peores como, por ejemplo, el carbón y su minería. Y tampoco es algo que no hayamos estado haciendo con el dinero: bloques de pirámides clientelares que apilan gente con ocupaciones dudosas (sacerdotes, monjas, amas de casa, agregados culturales, toreros, guías de centros de interpretación, asesores de alcaldes, gestores de pobreza y conflictos, etc) son regados constantemente con el dinero del gobierno, de partidos políticos, de sectas, empresas, mafias y burgueses opulentos y hacen de dique de contención contra todo cambio que pueda poner en peligro al sistema. Mediante el circo y sosteniendo las pirámides a base de dinero el sistema sobrevive. Pero los circos se desintegran y con las sucesivas crisis las pirámides se deshacen desde su base dejando caer a los que se adherían a ellas sobre el incomensurable sustrato de pobreburgueses con hambre pero con conocimientos. No se les ve muy dispuestos a conformarse con más esperanzas.