Los obispos andaluces han hablado y han firmado en un decálogo. Para mí que estos propagandistas nunca fueron unos lumbreras; hay están sus seminarios, como sus iglesias, vacíos. Ahora han decidido entrar en campaña electoral para orientar y conducir a su rebaño hacia el tipo de redil que ellos desean, en realidad ya lo hicieron antes, lo han hecho siempre.