Conseguir que los autómatas lleguen algún día a pensar por sí mismos es una meta que requerirá alcanzar miles de pequeños pasos con anterioridad. En un laboratorio de Frankfurt están enseñando al robot ASIMO a ver y a identificar objetos, una actividad aparentemente sencilla para los humanos pero infinitamente difícil, de momento, para las máquinas.
Comentarios
Impresionante