Durante los últimos años, los científicos han manejado la hipótesis de que los humanos desarrollamos un cerebro grande y consumidor de energía a costa del tamaño de nuestro aparato digestivo. Después de medir y pesar centenares de cerebros e intestinos de mamíferos, la investigadora española Ana Navarrete, de la Universidad de Zurich, ha participado un estudio que pone en cuestión este extremo.
En este estudio hay algo que no se tienen en cuenta. Los humanos comemos alimentos muy concentrados y elaborados. Si dejáramos de cocinar, tendríamos que comer mucha más cantidad. Eso haría que tuviéramos un aparato digestivo más desarrollado, más grande.
Comentarios
Con el rabo sí que tiene alguna relación...
En este estudio hay algo que no se tienen en cuenta. Los humanos comemos alimentos muy concentrados y elaborados. Si dejáramos de cocinar, tendríamos que comer mucha más cantidad. Eso haría que tuviéramos un aparato digestivo más desarrollado, más grande.