¡La madre que los parió! ¿Se puede ser más gilipollas? Si en ese momento llegan a darse un golpe, aunque sea flojo, y salta el airbag, al padre se le incrustan los pañales del niño en el esófago. Maldita la gracia.
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¡La madre que los parió! ¿Se puede ser más gilipollas? Si en ese momento llegan a darse un golpe, aunque sea flojo, y salta el airbag, al padre se le incrustan los pañales del niño en el esófago. Maldita la gracia.