[Por Fernando Rueda] Las presiones de Estados Unidos no han surtido efecto. Durante todo el día de ayer, la página web de Wikileaks fue bombardeada intentando impedir el acceso exterior por los miles y miles de cibernautas que deseaban conocer su última publicación: los 250.000 informes de la diplomacia norteamericana sobre todos y cada uno de los países en que están asentados.