Está claro que en esto, también son distintos al 99,9% de los españoles, que seríamos los más felices librándonos de las cenas y comidas navideñas con familiares incluso grátis o, en algunos casos, pagando. Ellos lo rechazan, y encima renunciando a una millonada. Yo me pondría hasta la capa de Ramontxu y me abrazaría a Satanás si fuera necesario...