El diario británico reproduce la tensa conversación que se produjo entre ambos. Durante minutos, Titchmarsh asegura que Millán utiliza métodos «primitivos y brutales» a la hora de adiestrar a los cánidos que sus dueños le confían (mediante «electroshocks y collares de pinchos que los hieren», por ejemplo): «Tú castigas a los perros. Te he visto golpear a un perro en su garganta para modificar su comportamiento. Algo totalmente inaceptable. Y más gente opina como yo».