Con el inminente estreno este sabado en Telecinco de El Gran Debate -sustituto de la tertulia política de La Noria para recuperar el favor de las marcas-, no se me ocurre un mejor momento para profundizar en un concepto en auge en nuestra televisión actual. Hablo del llamado "tertuliano inquisidor", una figura emergente en la televisión que nace de la necesidad de generar gresca y polémica intentando jalear a las masas, algunas veces a favor y otras en contra de interes varios.
Comentarios
Me falta un Mario Conde ahí, dando lecciones de cómo hay que resolver la crisis.