Ante la necesidad de reducción del déficit autonómico, la universidad pública Madrileña, que depende en un 80% de la Comunidad Autónoma, ha visto un decrecimiento presupuestario que, antes del anuncio del ministro Montoro, ya superaba los 60 millones. Ahora, la situación luce mucho más opaca para la casa de estudios.