Uno, si acaso, piensa que los discursos occidentales sobre el islam y el mundo árabe pecan más bien de hipercorrección, pero admitamos que el profiling ha sido y será práctica poco menos que inevitable; más aún cuando la vida pueda ir en ello. Sin embargo, en cuanto a instrumentación de los medios para el odio de raza y religión, EEUU tiene poco que enseñar a dar-al-Islam.