Gracias a unas gafas estereoscópicas, el usuario puede entrar en Second Life y actuar en este mundo tridimensional a través de un personaje. Esto permite que las personas discapacitadas desarrollen todo tipo de actividad, al no padecer ninguna discapacidad en este mundo virtual. Las tecnologías multimedia consiguen así la plena igualdad para las personas con discapacidad.