Puede parecer una contradicción, pero convertir un blog en un libro tiene muchas veces un encanto especial. Como ya he comentado muchas veces, la propia naturaleza dinámica y “física” de Internet hace que contenidos de gran interés desaparezcan sin remedio. Tarde o temprano alguien deja de utilizar su servicio de hospedaje, o se cansa de su blog y lo borra o, en caso extremo, fallece…