A todos nos ha sucedido en alguna ocasión. Estás en la gasolinera o cerca de una estación de autobús y se te acerca un individuo con cara lastimosa. “¿Me puedes prestar un euro, que me he quedado tirado?”; “¿Me dejarías dos euros que me faltan para sacarme el billete? Es que he salido ayer de la cárcel y tengo que llegar al pueblo porque se está muriendo mi madre…”.
Comentarios
Y los tipos sacan pasta... Me alucina la tontura humana..
De todos modos ya sabéis... Contra el vicio de pedir, está la virtud de no dar.