José Gallardo llegó con un puñado de discos llenos de espirales guitarreras y melodías etéreas y persistentes. Sí, aquellos ingleses que tocaban mirándose los zapatos. El Shoegazing revisitado en una nueva entrega sobre las escenas y microescenas que, como los virus más perniciosos, Gran Bretaña ha ido inoculando en la historia de la música popular.