Al tiempo que el Metropolitan Museum de Nueva York anunciaba a bombo y platillo un hito en su historia, una mujer, en España, se tiraba de los pelos. La noticia era que Leonard Lauder, heredero del imperio Estée Lauder, cedía su codiciada colección cubista al centro. La rabia era cosa de Carmen Giménez: la mujer que en 1983, como encargada del Centro Nacional de Exposiciones, visitó Basilea invitada por el heredero de Douglas Cooper, donde gran parte de la donación al MET fue ofrecida al Gobierno por menos del 10% de lo que vale hoy.
Comentarios
Pudiendoselo gastar en coches oficiales, mantenimiento de "adjuntos" al rey o comprando juguetitos para ir a la guerra ¿quien quiere unos cromos grandes con dibujos mal hechos?
Nada nuevo bajo el sol. Que el arte se menosprecie igual que la investigación no deja de ser algo que vemos todos los días, preguntadle a cualquier adolescente/joven/treintañero que veáis por la calle cual fue la última exposición o el último museo que visitó y cuando ...
#1 El museo del jamón.