Hace 12 años | Por carmenext a hoy.es
Publicado hace 12 años por carmenext a hoy.es

El día que Tomás vio su nombre y sus apellidos luciendo en un buzón, lloró. Buscó a su hermana Sole y la abrazó mientras gritaba: «¡Mira, mira! ¿Has visto? Están nuestros nombres? ¡Tenemos una casa!