Hartazgo y rabia. Esas son las palabras que mejor definen el estado de ánimo de los boticarios alicantinos y del resto de la Comunitat Valenciana, que esta noche deciden en asambleas los pasos a dar a partir de ahora, tras el enésimo incumplimiento del calendario de pagos por parte de la Generalitat. Por lo pronto, el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de la provincia, Jaime Carbonell, se sumó ayer a la petición de los médicos para reclamar que «se devuelvan de competencias sanitarias al Estado» para de esa forma «poder garantizar
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Esto es lo mejor: "El representante alicantino del sector no se fue por las ramas cuando dijo que «no nos pagan porque el dinero que entra al Consell a lo que se destina es a pagar los préstamos a los bancos, así de claro» y, en segundo lugar para «las nóminas de los trabajadores». Mientras que queda relegada la sanidad y la educación. Así que «ante esta realidad, hay que decirle a la sociedad que nuestra autonomía no tiene para pagar estos pilares básicos"
Las posibilidades de que Valencia devuelva a Madrid las competencias de la sanidad son inversamente proporcionales al número de chupópteros, vividores e INÚTILES que la están gestionando.
Y es, precisamente, esa cuestión, la que impide a los farmacéuticos creerse las nuevos anuncios del titular de Sanidad, como el lanzado el pasado martes con respecto a que los pequeños farmacéuticos serán «los primeros en cobrar, porque ellos han tenido siempre una prioridad absoluta por parte del Consell para recibir los pagos que se les deben». Unas palabras que les suenan a chiste a los colegiados.
No entiendo cómo se puede tener la cara tan dura; este tío es un maestro en negar la evidencia.