En tiempo de crisis, una de las mayores preocupaciones es fidelizar a los clientes habituales, ya que supone la garantía de un indice más elevado de beneficio y a menor costo que la captación de clientes nuevos. Los programas de fidelización bien diseñados son la mejor manera de mantener a nuestros clientes y mejorar las relaciones comerciales con ellos. Entre los más populares destacan las tarjetas de fidelización, por su simplicidad y por la vinculación emocional con el cliente.
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