El 15 de enero de 1919, un sonido sordo emanaba brevemente de los 15 metros de altura del tanque de melaza de la Purity Distilling Company. Este sonido fue escuchado sólo por un momento, cuando fue interrumpido por una gran explosión del tanque de hierro de media pulgada de espesor, que lo mando a volar por el aire en tres grandes pedazos.