El fenómeno de las redes sociales persigue un objetivo que parece claro y fácil de definir: contactar a las personas y permitirles compartir contenidos. Sus páginas aseguran que se interesan porque quienes son asiduos visitantes de la Web puedan mostrar sus actividades, sus gustos y construir amistades virtuales. Pero ¿ese es su verdadero propósito?