Un engendro que parece nacido de una apuesta un sábado por la noche, pero que pasará a la historia como la monovolumen más absurdamente radical de la historia, con motor de F1 en posición central trasera. Básicamente era el Williams Renault de la época, con 4 plazas y el caparazón de la Space. Aquí tenéis a Prost probándola (era un "pelín"... escandalosa).